La reapertura del puente internacional número uno es una noticia positiva para el comercio de ambas ciudades fronterizas.
Tras el anuncio por parte de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos de reabrir el puente internacional número uno tras poco más de un mes de haberse cerrado debido al aumento en el número de migrantes que son procesados y que requirió del apoyo de los agentes para contener a estos grupos de personas, es una noticia que viene a dar tranquilidad al comercio de ambas ciudades fronterizas, pero se da demasiado tarde, cuando la población gastó sus ahorros y sus prestaciones, por lo que el beneficio sería muy poco, pero con la esperanza de que se pueda recuperar un poco de todas las afectaciones sufridas.
Héctor Portillo, Presidente de la Unión de Locatarios del Mercado Zaragoza, manifestó que estas medidas dejarán muy poco beneficio, ya que en estos momentos ya nos encontramos en la cuesta de enero y el regreso de los paisanos ya se está dando, lo cual es otro punto en el que se tiene beneficio, debido a que al encontrarse en la fila, los familiares bajan a las primeras cuadras de la ciudad y consumen, pero esto no se daría en este periodo, se tendría que esperar hasta el próximo que será en marzo, con las vacaciones de semana santa o de primavera, como es conocido por parte de los estudiantes de la unión americana.
El comerciante recordó que fue un golpe muy duro el cerrar el puente uno en la mejor época del año para el comercio, la cual es muy esperada por todos los negocios, no solo del primer cuadro de la ciudad, de toda las distintas áreas, detallando que además de lo anterior dejó malos momentos, como lo fue el hecho de que un ciudadano estadounidense falleciera a consecuencia de esperar horas en las largas filas que duraron hasta 15 horas, ya que por algunos días solo operaba un carril del puente dos, además de haber restringido el de Acuña-Del Río, por lo que las opciones de cruce por la frontera de Coahuila-Texas se vieron reducidas, lo cual repercutió en la vida económica y social de ambos lados, desplomándose las ventas hasta en un 70 por ciento.