La ateroesclerosis subclínica progresó en un tercio de los sujetos de mediana edad asintomáticos seguidos durante 6 años, debido a que sus arterias parecen más vulnerables al efecto del colesterol de lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) y la hipertensión arterial, según un estudio español.
Asimismo, los investigadores informaron que la regresión de la placa es posible en fases tempranas de la enfermedad, si se controlan estrictamente esos dos factores de riesgo cardiovascular.
La investigación, publicada en Journal of the American College of Cardiology y llevada a cabo en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), concluyó que las personas jóvenes son más vulnerables y, al respecto, el Dr. Borja Ibáñez, director científico del CNIC, comentó para Medscape en español: "Tenemos que seguir haciendo estudios mecánicos, pero nuestra hipótesis, y las experiencias indirectas, son que las arterias de los jóvenes, precisamente por no haber estado expuestas a ningún daño ni estar envejecidas, son mucho más permeables a cualquier sustancia […] y más vulnerables a los factores de riesgo".
También se incide en la necesidad de un control agresivo de los factores de riesgo a edades más tempranas de la vida, según relatan los investigadores en la página web de la institución, por ello "se deberían cambiar las estrategias de prevención primaria".
Ateroesclerosis subclínica en jóvenes sanos
El estudio PESA-CNIC-Santander (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) se inició en el año 2009 con más de 4.000 personas voluntarias de edad media y aparentemente sanas, que participaron en un estudio con pruebas de imagen no invasiva de varios territorios arteriales, repetidas cada tres años.
Los resultados del estudio de cohortes PESA sobre 3.471 participantes (edad inicial: 40 a 55 años; 36% mujeres) muestran que la progresión de la ateroesclerosis subclínica de referencia a seis años se produjo en 32,7% de la cohorte (17,5% con enfermedad incidente y 15,2% progresaba a partir de enfermedad prevalente en el momento de la inscripción). Se observó también una regresión en 8% de los pacientes con enfermedad basal. Los efectos de un colesterol de lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) más alto y una presión arterial sistólica elevada sobre el riesgo de progresión de la aterosclerosis subclínica fueron más elevados entre los participantes del estrato etario más joven.
Existen pocos estudios en el mundo que evalúen la presencia de aterosclerosis silente, es decir, en personas totalmente asintomáticas, en jóvenes o de edad media aparentemente sanas, y cómo esta enfermedad progresa a lo largo de la vida.