Contempla la creación de otro comité para "investigar quién inició la guerra", que estalló por una lucha de poder entre el Ejército y las FAR.
El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y la principal alianza civil de Sudán acordaron los puntos de una hoja de ruta y de una declaración de principios para poner fin a la guerra desatada en el país africano el pasado 15 de abril entre el Ejército sudanés y la agrupación armada.
El documento fue pactado durante una serie de reuniones que comenzaron el lunes en Adis Abeba entre el líder de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo, y el de las Fuerzas Civiles Democráticas (Taqaddum), el exprimer ministro Abdulá Hamdok, unas conversaciones destinadas a poner fin al conflicto y que pretenden integrar al Ejército.
Según el acuerdo, esta hoja de ruta constituye "una buena base para el proceso político que ponga a fin a la guerra", mientras que también prevé la creación de un comité conjunto para "establecer una paz duradera" y la formación de "un liderazgo civil" para tomar las riendas de Sudán.
Asimismo, también establece un mecanismo, monitoreado por el Comité Nacional de Protección de Civiles, para el regreso de los más de 7 millones de desplazados y refugiados por la guerra, además de la reconstrucción y el restablecimiento de mercados, hospitales y servicios esenciales.
Además, contempla la creación de otro comité para "investigar quién inició la guerra", que estalló por una lucha de poder entre el Ejército y las FAR, además de "monitorear todas las violaciones" de derechos humanos que se han cometido desde el inicio de las hostilidades.
La declaración de principios, rubricada por Dagalo (alias Hemedti) y Hamdok (que fue derrocado en un golpe de Estado conjunto en 2021 por las FAR y el Ejército) establece también "la integridad de Sudán", la "igualdad de la ciudadanía" y un sistema de gobierno "federal, civil y democrático", una propuesta hecha en anteriores ocasiones.
Necesario reestructurar los aparatos de seguridad en Sudán
El pacto también reconoce la necesidad de reestructurar los aparatos de seguridad del país "según las medidas internacionales" para crear "un Ejército unido, profesional y nacional bajo el control de la autoridad civil".
Precisamente, la reestructuración de las Fuerzas Armadas y el proceso de integración de las FAR en las mismas dio inicio a la lucha de poder entre Hemedti y el líder militar, Abdelfatah al Burhan, que desencadenó en la cruenta guerra que ha asolado gran parte del país.
Por otra parte, el documento también propone el inicio de un "proceso global para la transición justa", interrumpida tras el golpe contra Hamdok en 2021 y sepultada con la guerra, mientras que pide "investigar los crímenes" cometidos y "juzgar a los involucrados sin impunidad".
Varias organizaciones de derechos humanos y países, como Estados Unidos, han acusado tanto al Ejército como a las FAR de perpetrar crímenes de lesa humanidad e incluso de limpieza étnica durante la guerra, unos extremos que ambas partes han negado.
Las conversaciones en Adis Abeba continuarán el miércoles, al tiempo que la alianza civil busca incluir a las Fuerzas Armadas en las mismas para poner fin a la guerra en Sudán, que se ha cobrado con más de 12 mil muertos, de acuerdo con la ONU.