Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han logrado identificar los primeros antibióticos nuevos en más de seis décadas gracias a la intervención de la inteligencia artificial (IA). Esto podría cambiar el rumbo de la lucha contra las bacterias resistentes a los antibióticos.
El estudio, recientemente publicado en la prestigiosa revista Nature, destaca cómo los modelos de aprendizaje profundo han sido clave para prever qué moléculas poseen propiedades antibióticas, abriendo nuevas perspectivas en el campo de la investigación médica.
James Collins, profesor del MIT y coautor del estudio, afirmó que este avance proporciona un marco innovador desde el punto de vista de la estructura química, ahorrando tiempo, recursos y conocimientos mecánicos hasta ahora inexplorados.
El equipo de investigadores utilizó un modelo de aprendizaje profundo, basado en redes neuronales artificiales, para evaluar la actividad y toxicidad de un nuevo compuesto diseñado para combatir el 'Staphylococcus aureus' resistente a la meticilina (SARM), una bacteria responsable de infecciones leves hasta enfermedades mortales.
Félix Wong, autor principal del estudio, destacó la innovación de "abrir la caja negra" del aprendizaje profundo, permitiendo a los científicos comprender mejor el funcionamiento interno de los modelos de IA. Tras analizar aproximadamente 12 millones de compuestos disponibles en el mercado, los modelos identificaron cinco clases distintas de sustancias con potencial actividad contra el SARM.
De estos hallazgos, 280 compuestos fueron sometidos a pruebas de laboratorio, resultando en la identificación de dos prometedores candidatos a antibióticos. Cada uno de estos componentes demostró reducir la población de SARM en un factor de 10, subrayando la efectividad de estos nuevos agentes antibióticos.
La resistencia a los antibióticos representa una amenaza global, cobrando la vida de aproximadamente 1.2 millones de personas al año. Según informes de Lancet, los niños menores de cinco años son los más afectados, representando una de cada cinco muertes relacionadas con esta resistencia. Este avance científico podría ser un paso crucial en la dirección correcta para contrarrestar este problema de salud pública y abrir la puerta a una nueva era en el descubrimiento de antibióticos.