El uso de pantallas electrónicas es cada vez más usual y el exceso no es exclusivamente para niños, sino que cada vez el uso extendido se da también en adultos. Muchos estudios se han centrado en los riesgos del uso prolongado de pantallas en niños, pero ¿qué tal en los adultos? ¿Cuánto tiempo es demasiado?
Los adultos, según expertos en salud, también enfrentan riesgos significativos al pasar largas horas frente a dispositivos electrónicos. Aunque no existen pautas rígidas para los adultos, la necesidad de establecer límites se vuelve cada vez más evidente.
El Dr. Dimitri A. Christakis, pediatra del Hospital Infantil de Seattle y profesor de la Universidad de Washington, advierte que la suposición errónea es que los adultos pueden autorregular su tiempo de pantalla de manera responsable. Sin embargo, la profesora Yalda T. Uhls, de la UCLA, aboga por un enfoque más positivo, instando a los adultos a considerar cómo utilizan los medios en lugar de castigarse por límites estrictos.
Según un informe digital de 2023, los adultos de 16 a 64 años pasan un promedio de 6 horas y 37 minutos diarios frente a una pantalla. Durante la pandemia de COVID-19, este tiempo se disparó a 28.5 horas semanales en Estados Unidos, con algunos casos extremos de hasta 17.5 horas al día.
Aunque los adultos pueden tener más autocontrol, los riesgos asociados con el tiempo frente a la pantalla son palpables. Problemas como hipertensión arterial, resistencia a la insulina y obesidad aumentan con el sedentarismo prolongado. Además, dolores físicos como el dolor de cuello y fatiga visual son efectos secundarios comunes.
La Dra. Zhiying (Zoey) Yue, del Digital Wellness Lab afiliado al Boston Children's Hospital, subraya que el impacto varía según la personalidad, razones de uso y necesidades psicológicas de cada individuo.
Los riesgos no se limitan a lo físico. Un estudio de 2017 vinculó el tiempo prolongado frente a la pantalla con niveles de depresión moderada o grave en adultos.
Ante esta realidad, los expertos aconsejan a los adultos una autorreflexión sobre su uso de pantallas. La Dra. Yue sugiere preguntarse cómo se siente al usar la pantalla y qué más le gustaría hacer con su tiempo. Establecer un "plan de medios digitales" personalizado y consciente de la salud es esencial.
Además, se proponen estrategias para reducir el tiempo frente a la pantalla, como establecer límites de tiempo, crear un "toque de queda" para dispositivos antes de dormir, y fomentar la desconexión durante comidas y actividades sociales.