En comparación con las personas mayores con buena visión, las probabilidades de una caída aumentaron en un 38 por ciento para las personas mayores con glaucoma, en un 36 por ciento para las que tenían cataratas y en un 25 por ciento para las personas mayores con degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), según un equipo que aparece en un informe del 28 de diciembre de la revista JAMA Ophthalmology.
En todo el mundo, más de 650,000 personas pierden la vida por caídas cada año, anotó el equipo de investigación, y las caídas pueden ser especialmente mortales para los ancianos frágiles. En los Estados Unidos, los costos médicos de las caídas superan los $23 mil millones anuales.
El deterioro de la visión es un factor de riesgo obvio para las caídas, y un equipo de la Universidad de Manchester, en el Reino Unido, quería cuantificar ese riesgo.
Analizaron datos sobre la salud visual, las caídas y las fracturas de una base de datos nacional británica de más de 410,000 personas. Por lo general, los participantes tenían más de 70 años en el momento del estudio.
Además del aumento en el riesgo de caídas asociado con varias dolencias de la visión, el estudio también encontró un aumento en el riesgo de fracturas óseas.
En comparación con sus pares con buena visión, las personas con glaucoma tenían un 31 por ciento más de probabilidades de sufrir una fractura, las que tenían cataratas tenían un riesgo un 28 por ciento más alto y las personas con DMAE se enfrentaban a un riesgo un 18 por ciento más alto, encontró el grupo de Manchester.
Las lesiones incluyeron fracturas de cadera, columna vertebral, antebrazo, cráneo o huesos faciales, pelvis, costillas o esternón y la parte inferior de las piernas.
Aunque el deterioro de la visión aumentó el riesgo de estas lesiones, "la mayoría de estas enfermedades oculares son prevenibles o tratables", anotó el equipo, dirigido por Jung Yin Tsang, del Centro de Investigación de Atención Primaria y Servicios de Salud de la universidad.
Los exámenes oculares regulares podrían ser cruciales para las personas mayores, dado que "en las primeras etapas de la enfermedad ocular, los pacientes con frecuencia son asintomáticos y no son conscientes de la discapacidad visual", anotaron los investigadores.
Además de recibir un diagnóstico y tratamiento tempranos de los problemas de la vista, las personas mayores con DMAE, cataratas o glaucoma también podrían "beneficiarse de un mejor asesoramiento, acceso y derivaciones a los servicios de prevención de caídas", añadió el grupo de Tsang.