Entre las miles de historias de migrantes que llegan a la ciudad se encuentra la de Heiner, un venezolano de 31 años que sobrevivió la travesía con su música de rap.
Entre los cientos de migrantes que arriban a la frontera en busca de encontrar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, se escriben distintas historias tanto de su tránsito a lo largo de meses atravesando todo Centroamérica y los cientos de kilómetros existentes entre Chiapas y Coahuila, del sur hasta el norte.
Cada uno de ellos cuenta con distintas expectativas al llegar a la unión americana, aunque no todos podrán encontrar el asilo político por no cumplir con los requisitos establecidos.
Trayecto. Sin embargo, se juegan la vida para alcanzar sus metas. En los recorridos de tantas personas, encontramos a Heiner García, un ciudadano venezolano de 31 años de edad, quien relata todo lo que ha pasado en su trayecto, desde cruzar la enorme selva del Darían hasta los abusos y robos por parte de las autoridades y las maras de Centroamérica. Pero él, con su música al estilo de rap, busca conquistar la unión americana y, estando a metros del río Bravo antes de introducirse en las turbulentas, peligrosas y frías aguas de esta época del año, narra cómo fue su trayecto hasta llegar a este punto, aunque resume dicha narrativa por medio de una canción improvisada que relata cada una de las adversidades vividas.
La música es su fuente de ingresos en la travesía. El cantante especifica que, mediante la música, obtuvo recursos para subsistir y de esta manera busca, en Estados Unidos, seguir difundiendo su propuesta, lo cual fue la razón que lo sacó de Venezuela. Cuenta que al grabar una canción, que compartió en la red social TikTok, criticando al gobierno de Maduro, tuvo que huir de su país, ya que fue perseguido político por oponerse a un gobierno autoritario y dictatorial. Afirma que no puede regresar, ya que lo matarían o lo encarcelarían. El migrante detalla cómo fue tratado en cada uno de los países por los que tuvo que atravesar, recordando lo vivido en Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, donde fue asaltado por parte de la delincuencia, siendo un país muy peligroso para el tránsito de todos quienes buscan llegar a la unión americana.
INM. Afortunadamente, también se topó con gente muy buena que lo ayudó, tanto a él como a los distintos grupos de personas que diariamente transitan por estas regiones tratando de encontrar una mejor vida. Indica que al llegar a México, el mayor temor es hacia el Instituto Nacional de Migración (INM), del cual asegura fue víctima de robo. Aunque expresa que esta instancia es lo peor que existe en el territorio nacional, reconoce que hay muchas personas con buen corazón que, durante su trayecto, les ofrecen alimento, atención médica, entre otras cosas. Para llegar a la frontera, utilizó el tren y el tráiler, arribando a Coahuila por medio del ferrocarril a Torreón. Desde allí, pretendía subir hacia Ciudad Juárez, pero un conocido le recomendó que viniera hacia Piedras Negras, ya que era más seguro y más fácil lograr cruzar la frontera llegando directamente al río para entregarse a las autoridades estadounidenses.
Busca recursos para la operación de su hijo. Heiner detalla que su intención de llegar a los Estados Unidos, además de protegerse del gobierno dictador de Maduro, es trabajar para ayudar a su familia. Cuenta con tres hijos, uno de ellos con una condición especial que requiere una intervención quirúrgica con un costo elevado. Nunca podría cubrirlo con los salarios tan miserables que se tienen en esa nación, que cuenta con los recursos para convertirse en la nación más importante del mundo, pero el presidente los tiene viviendo como mendigos. En esta crisis humanitaria por la que atraviesa la frontera de Coahuila, son miles de venezolanos los que buscan llegar al país del norte, sumados a los hondureños y personas de otras nacionalidades de Centroamérica, donde predominan las dictaduras, razón prioritaria por la que manifiestan que vienen huyendo.