La navidad no llega para los más vulnerables de la ciudad

Niños limpiando parabrisas, jovencitas haciendo malabares y ancianitos pidiendo una moneda son algunas versiones de los 'días de fiesta' que pasan algunos.

Mientras el primer cuadro de la ciudad está lleno de personas comprando ostentosos regalos para la noche de navidad o buscando de todo para realizar una gran cena tradicional, existen quienes trabajan sobre el bulevar realizando cualquier malabar o presentación urbana para ganarse unas monedas y también los ancianitos pedigüeños que desean la caridad de los samaritanos. 

Esto es una muestra del cómo no son fiestas navideñas para todos, pues la pobreza, marginación, falta de oportunidades y soledad es la que rodea a algunas familias, niños, jóvenes, ancianitos, todos sin distinción.

Sobre la calle Hidalgo don Julián de 70 años indicó que, pide dinero porque no tiene quien lo mantenga ya que solo cuenta con una hija y aunque trabaja no completan para la despensa y los gastos de la casa, es por eso que 'llueva, truene o relampaguee' solicita la buena fe y voluntad de los transeúntes para que pongan en su botecito una moneda. Pero este no es el único caso ya que, basta con caminar sobre esa calle en dirección al norte para encontrarse con otros 3 pedigüeños de avanzada edad sin contar a las sureñas y otros. También existen los casos de los pequeños que limpian parabrisas en los cruceros más transitados o los que venden dulces y sin importar los días de fiesta se les observa “trabajando” con normalidad. 

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