El gobernador de Michoacán dijo que la preservación de las raíces culturales es la labor que estas mujeres hacen con en este oficio
Morelia.- Con el telar de cintura, las mujeres mazahuas, plasman la historia de Michoacán, afirmó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien mencionó que, desde la época prehispánica, las féminas le dan, en las prendas, identidad y arraigo a nuestras tradiciones.
Dijo que el telar de cintura es un instrumento que permite a las artesanas elaborar maravillosas piezas artísticas en las que se plasma la riqueza cultural de las diversas regiones de la entidad, donde se practica esta técnica.
Un ejemplo de la preservación de nuestras raíces culturales es la labor que realizan Alberta y Nina, dos mujeres que desde niñas aprendieron este oficio en la comunidad Boca de la Cañada, ubicada en el municipio de Zitácuaro, el cual colinda con el Estado de México, refirió Ramírez Bedolla.
El telar de cintura se compone palos llamados enjulios, a donde se sujeta la urdimbre y la trama, hilos verticales y horizontales que respectivamente, definen el largo y ancho de cada tejido.
Posteriormente la parte superior se ata a alguna viga u objeto cercano, mientras que la parte inferior va a la cintura de la tejedora, quien con la ayuda de un palo llamado “machete” van apretando cada uno de los hilos, regularmente hechos de lana.
Es así que las mujeres mazahuas de los pueblos originarios de Michoacán, plasman su creatividad con diseños originales inspirados en plantas y animales de la región donde habitan, los cuales dan identidad a su tierra.
Este método prehispánico se empleaba para la fabricación de prendas típicas, con otros tipos de fibras, pero a la llegada de los españoles a México, también arribó el ganado ovino, de donde se extrae la lana para dar paso a diversas prendas de vestir.
Además, de colchas, fundas para almohadas, caminos de mesa, capas para mujer, gabanes, guantes, entre muchos artículos más, agregó.
Al paso de los siglos, el tejido se ha vuelto un modo de vida principalmente para las mujeres, quienes venden sus piezas en diversos estados del país y del extranjero, con el apoyo de las instituciones del Gobierno del Estado, que este año ha brindado talleres, capacitación y asistencia técnica permanente, a fin de especializar este oficio y fortalecer su identidad.