Las entidades fronterizas, incluida Coahuila, experimentan la llegada diaria de un millar de personas.
La senadora Verónica Martínez insistió con que el Gobierno de la 4T sigue lavándose las manos y evadiendo su responsabilidad en cuanto al tema migratorio.
En este sentido, exhortó al Gobierno Federal, a través del Instituto Nacional de Migración, a abordar el problema migratorio en las entidades fronterizas del norte del país mediante la asignación de más personal y mayores recursos.El trasfondo de su llamado radica en que las entidades fronterizas, incluida Coahuila, están experimentando la llegada diaria de contingentes que superan el millar de personas en la frontera con Estados Unidos.
Y es evidente la carencia de contención y apoyo por parte de la Federación, dejando a estados y municipios, como Acuña y Piedras Negras en este caso, para hacer frente a cientos de personas sin respaldo federal.
Resaltó que anteriormente se asignaban recursos para este tipo de política pública, sin embargo, hoy la atención a migrantes es uno de los grandes pendientes que tiene el Gobierno Federal.
Dada la importancia que tiene el tema migratorio, recalcó, es una responsabilidad del Gobierno de la 4T brindar una atención adecuada, pero sin dejar solos a municipios y a entidades federativas.
Luego de reconocer que se trata de una crisis migratoria la que vive Coahuila en su frontera con Texas, la senadora exhortó a la administración Federal para que envíe los recursos y el personal necesario que tanta falta hace “para atender y desfogar el tránsito de migrantes que hoy se padece al norte de la entidad”. En medio de una creciente crisis migratoria que ha generado tensiones y desafíos significativos en el norte del país, particularmente en el estado de Coahuila, la administración de la Cuarta Transformación (4T) parece enfrentar críticas por no abordar de manera efectiva este complejo problema.
La región fronteriza, conocida por su constante flujo de migrantes y la presión en los recursos locales, ha experimentado un aumento notable en la migración, generando situaciones humanitarias y de seguridad que requieren respuestas inmediatas.
A pesar de los llamados a la acción y las solicitudes de intervención, la 4T aún no ha implementado medidas concretas para hacer frente a la crisis migratoria que se está desarrollando. Coahuila, en particular, ha sido testigo de un aumento en la llegada de migrantes en busca de asilo y mejores condiciones de vida. Las comunidades locales enfrentan desafíos para atender las necesidades básicas de estas personas, y la falta de una estrategia integral por parte del gobierno central ha dejado a muchas de estas comunidades en una situación precaria.
Expertos y defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por la falta de políticas claras y acciones concretas para abordar la crisis. Se ha subrayado la importancia de enfoques que combinen medidas de seguridad con soluciones humanitarias y de desarrollo.