El número de migrantes que intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos ha aumentado significativamente en los últimos meses.
Mal y de malas siguen las condiciones en la frontera ante la llegada de cientos de personas, sin que las autoridades facultadas para frenar esto realicen acciones contundentes que disminuyan el flujo. Por ello, los justos pagan por pecadores, ya que la zona fronteriza es quien recibe las consecuencias del mal manejo de esta crisis. Con el puente uno cerrado y el dos operando con un solo carril, con el riesgo latente de que en cualquier momento cierre; canceladas las operaciones del ferrocarril, lo cual es crucial para la exportación, perjudicando a empresas como la cervecera, que cuenta con una amplia plantilla de trabajadores que pudieran entrar en paros técnicos si esto continúa, y demás situaciones que se podrían enumerar.
Héctor Rodríguez, Presidente de la Cámara de Comercio, indicó que las autoridades han realizado su trabajo siempre respetando los derechos humanos de estas personas, a los cuales se les garantiza no ser trastocados. Sin embargo, ese derecho termina donde comienzan los derechos de los residentes fronterizos. Detallando que esto ya escaló de nivel a una crisis humanitaria, con personas fallecidas al tratar de cruzar el río, los albergues saturados, una situación imposible de controlar por todas las agencias de la ley en Estados Unidos.
El Presidente del comercio organizado, precisó que la problemática genera en lo económico, de manera diaria, pérdidas de por lo menos 3 millones de pesos tan solo del lado mexicano. A esto hay que sumarle lo que se genera del lado estadounidense. Recordando que en septiembre, cuando se tuvo la misma situación, la pérdida fue de 2 millones, estando en un mes normal. Por lo que, al presentarse en diciembre, el mejor de todo el año para el comercio, se dispara de manera grave, como hasta el momento.