Los probióticos podrían ayudar a las personas a esquivar los peores efectos de la COVID-19, muestran los resultados de un nuevo ensayo clínico.
Las personas no vacunadas que tomaron un probiótico con lactobacilos redujeron los síntomas de la COVID e incluso retrasaron la infección, informan los investigadores en la edición de enero de la revista Clinical Nutrition.
El estudio sugiere que los probióticos podrían ser una forma sencilla y barata de tratar a las personas que han estado expuestas a la COVID, señalaron los investigadores.
Los probióticos están diseñados para estimular las bacterias y levaduras beneficiosas que viven dentro del cuerpo, principalmente el tracto gastrointestinal.
"Antes de la COVID, había evidencias sólidas de que los probióticos protegían contra las infecciones respiratorias", señaló el investigador colíder, el Dr. Paul Wischmeyer, vicepresidente asociado de investigación clínica del Departamento de Anestesiología de Duke Health en Durham, Carolina del Norte.
"Nuestro estudio da credibilidad a la idea de que nuestros microbios simbióticos pueden ser socios valiosos en la lucha contra la COVID-19 y potencialmente otras enfermedades pandémicas futuras", añadió Wischmeyer en un comunicado de prensa de la Duke.
Los científicos iniciaron esta investigación en marzo de 2020, antes de que las vacunas contra la COVID estuvieran disponibles en Estados Unidos.
El equipo reclutó a 182 pacientes que no estaban vacunados y que habían estado expuestos a alguien con COVID, pero que aún no habían desarrollado ningún síntoma.
La mitad fueron asignados al azar para tomar un probiótico de Lacticaseibacillus rhamnosus GG, una bacteria que se encuentra naturalmente en el sistema digestivo de las personas. El resto tomó un placebo.
Los participantes que tomaron el probiótico tenían un 60% menos de probabilidades de desarrollar síntomas de COVID que los que recibieron un placebo: un 26% frente a un 43%.
También tendían a evitar la infección por COVID durante más tiempo, pero la diferencia en la tasa de diagnóstico de COVID (9 por ciento en el grupo de probióticos frente al 15 por ciento en el grupo de placebo) no fue estadísticamente significativa debido al pequeño tamaño del estudio.
Wischmeyer anotó que se sabe que los probióticos estimulan el sistema inmunitario, disminuyen las sustancias químicas corporales asociadas con la inflamación y aumentan la barrera protectora de los pulmones contra las infecciones.
"En realidad no nos sorprenden estos hallazgos", dijo. "Ha habido varios estudios que han demostrado la gran eficacia de los probióticos contra las infecciones respiratorias".
"Otros estudios iniciales han mostrado que los probióticos también podrían mejorar el efecto de las vacunas contra otras enfermedades virales, como la gripe", añadió Wischmeyer.
Los probióticos podrían ser de particular utilidad en los países de ingresos más bajos donde la vacunación no está tan disponible, así como en las regiones de EE. UU. donde la fatiga de las vacunas ha provocado una menor aceptación de los refuerzos contra la COVID, dijo Wischmeyer.
Menos de un 20 por ciento de la población de EE. UU. ha recibido la vacuna actualizada contra la COVID de 2023, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.