El autotratamiento con un pesario vaginal es una alternativa eficaz al tratamiento hospitalario que no compromete la seguridad ni la calidad de vida para las mujeres con prolapso del suelo pélvico.
El estudio fue dirigido por la Dra. Suzanne Hagen, de la Glasgow Caledonian University (Reino Unido) y se ha publicado en línea en la revista eClinical Medicine.
Ofrecer de forma rutinaria la opción del autotratamiento con un pesario vaginal podría reducir la utilización de recursos sanitarios y las complicaciones desagradables.
Los investigadores realizaron un ensayo paralelo, multicéntrico, aleatorizado y controlado en el que compararon el autotratamiento con un pesario con el tratamiento clínico para el prolapso de órganos pélvicos.
Las participantes eran usuarias nuevas (<3 meses) y con experiencia (>3 meses) de pesarios, mayores de 18 años y procedentes de 21 centros.
El autocontrol incluyó una sesión educativa de 30 minutos, un folleto informativo, una llamada telefónica de seguimiento a las 2 semanas y un número de apoyo telefónico.
El criterio de valoración primario fue la calidad de vida específica del suelo pélvico después de 18 meses (efectividad), medida mediante la puntuación del Pelvic Floor Impact Questionnaire-7 (PFIQ-7).
340 mujeres fueron aleatorizadas a autotratamiento (n = 169) o atención clínica (n = 171) entre el 16 de mayo de 2018 y el 7 de febrero de 2020. Se dispuso de datos sobre los resultados del 85,6 % para el análisis.
En el análisis de los datos de intención de tratar no se mostraron diferencias significativas en las puntuaciones del PFIQ-7 entre los grupos. La diferencia media ajustada (18 meses) fue de -0,03 (-9,32 a 9,25) y no se encontraron diferencias significativas por subgrupo (edad, usuaria nueva/con experiencia, histerectomía frente a no histerectomía; estrógeno local/no estrógeno al inicio).
A los 18 meses, las mujeres con autotratamiento tenían más confianza en su capacidad para gestionar los problemas (diferencia de medias ajustada 7,99), insertar (32,78) o retirar (32,92) el pesario que el grupo con gestión clínica.
La ulceración, la granulación y otros problemas clínicos se produjeron con menor frecuencia a los 18 meses en las participantes del grupo de autotratamiento (17,8 %) que en las del grupo con tratamiento clínico (26,9 %). Las tasas de acontecimientos adversos graves fueron similares (10,1 % y 8,2 %, respectivamente).
Los resultados del estudio podrían no ser generalizables a las usuarias de pesarios de más edad, ya que las participantes eran en su mayoría jóvenes (64-67 años). Es posible que haya habido un efecto diferencial de subgrupo del autotratamiento sobre la calidad de vida y una pérdida de potencia estadística.
El estudio fue financiado por el National Institute for Health and Care Research del Reino Unido.
L. Dwyer declaró ser miembro del comité de guías del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido. A. Khunda declaró haber recibido una subvención de Olympus Medical Systems. W. Agur ha recibido honorarios por consultoría de Oaklaw Consultancy Ltd. K. Guerrero declaró haber recibido pagos por testificar como perito para la consultora médica NHS Scotland Central Legal Office. R. Thakar declaró ser voluntario del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists de Reino Unido. R. Kearney declaró ser coordinador de las guías NG123 del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido para la incontinencia urinaria y el prolapso de los órganos pélvios. M.Forrest declaró haber recibido compensaciones por asistir a reuniones del proyecto.