Una tormenta que trajo fuertes lluvias y vientos violentos al norte de Italia durante la noche y la madrugada de este martes provocó rápidas inundaciones en el centro de Milán e hizo que el lago de Como se desbordara.
Varios bares situados a orillas del lago --una popular atracción turística-- se inundaron, mientras que las autoridades de Protección Civil se vieron obligadas a bombear el agua de las zonas cercanas y erigir barreras móviles.
El Seveso, río que atraviesa los municipios de Como, Monza e Brianza y Milán, también se desbordó, según la agencia de Protección Civil italiana.
Algunas zonas de Milán quedaron inaccesibles, mientras que en redes sociales se mostraba cómo el agua caía por las escaleras hasta las estaciones de metro y cómo los peatones se caían o se agarraban a los postes durante las fuertes rachas de viento.
El concejal de Seguridad de la ciudad, Marco Granelli, dijo que los vientos derribaron árboles, derribaron andamios y arrancaron tejas. Se cortó la electricidad en varias partes de la ciudad como medida de precaución mientras las autoridades trabajaban para limpiar las líneas eléctricas caídas.
La Toscana, en el centro de Italia, también se vio afectada por las fuertes lluvias.
Eugenio Giani, presidente de la región, dijo que la Toscana había sufrido inundaciones, árboles caídos y deslizamientos de tierra tras caer 257 milímetros de lluvia en 24 horas, más que el promedio mensual de precipitaciones para esta época del año. Un árbol cayó sobre un auto en marcha, pero el conductor salió ileso.
La ciencia demuestra que, a medida que se acelere la crisis climática, los fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias torrenciales y las tormentas, serán más frecuentes y más intensos. Italia es especialmente vulnerable al cambio climático por su geografía, que la expone a un alto riesgo de deslizamientos de tierra, y porque está rodeada por el mar Mediterráneo, que se está calentando, lo que aumenta la probabilidad de fuertes tormentas.
Venecia, en el noreste, también se libró por poco de las inundaciones, según el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro. Los fuertes vientos que soplaban hacia el norte en el mar Adriático empujaron el agua hacia la ciudad. Esto, combinado con las mareas ya altas asociadas a la luna llena, provocó una marea "excepcional" de 154 centímetros. La marea más alta se registró en 1966, con 194 centímetros.
Según Brugnaro, sin el sistema de compuertas MOSE, que estuvo activo toda la noche y durante todo el día, la ciudad habría sufrido una "inundación récord", con el 70% de sus edificios bajo el agua. El MOSE, que consta de 78 compuertas entre el sistema de lagunas de la ciudad y el mar Adriático, está en funcionamiento desde 2020.
Se espera que llueva en todo el país durante el resto de la semana. La agencia de Protección Civil de Italia puso todas las zonas de la región del Véneto, que incluye Venecia, bajo alerta roja hasta el 1 de noviembre. Seis regiones del norte están en el siguiente nivel de alerta naranja, y 11 regiones en alerta amarilla durante las próximas 24 horas.
La tormenta se produce en plena temporada de vacaciones, en la que se espera que más de 8 millones de italianos viajen durante la semana del 1 de noviembre.
Este año ha sido especialmente mortífero en cuanto a inundaciones en Italia. En mayo, las inundaciones de la región septentrional italiana de Emilia Romaña causaron al menos 14 muertos. Más de 20 ríos se desbordaron, provocando cientos de deslizamientos de tierra, sumergiendo viviendas y devastando tierras de cultivo.