Los recien estrenados padres que llevan a casa su pequeño paquete de alegría a menudo llevan consigo otra cosa cuando salen del hospital: deuda médica.
Así lo indica una nueva investigación de Michigan Medicine que descubrió que las mujeres después del parto tienen más probabilidades de tener deudas médicas que aquellas que están embarazadas.
Los investigadores estudiaron esto evaluando datos de un grupo asegurado comercialmente a nivel estatal de más de 14,000 mujeres embarazadas y más de 12,000 mujeres después del parto.
"Nuestros hallazgos sugieren que los costos actuales de desembolso antes y después del parto son objetivamente más de lo que muchas familias aseguradas comercialmente pueden pagar, lo que lleva a la deuda médica", dijo la autora principal, la Dra. Michelle Moniz, ginecóloga y obstetra en el Hospital de Mujeres Von Voigtlander del área de Salud de la Universidad de Michigan.
"Nuestro estudio resalta la necesidad de considerar políticas para reducir el gasto en atención de salud materno infantil con el fin de aliviar las dificultades y angustias financieras y mejorar la equidad en el nacimiento", dijo Moniz en un comunicado de prensa de Michigan Medicine.
Las personas que estaban entre siete y doce meses después del parto y que habitaban en los vecindarios con los ingresos más bajos tenían la mayor probabilidad de tener deudas médicas. Después de ese grupo, quienes tenían más deudas eran las mujeres embarazadas en los vecindarios con los ingresos más bajos, seguidas de otras mujeres después del parto y embarazadas.
"Tener facturas médicas sin pagar no solo era significativamente más común entre las personas después del parto, sino más común entre las personas más vulnerables socioeconómicamente", dijo Moniz. "Estos resultados sugieren que todas las personas después del parto corren el riesgo de sufrir tensiones económicas relacionadas con el gasto de bolsillo para la atención médica antes y después del parto, y que la deuda médica es más prevalente entre las personas después del parto cuando viven en vecindarios con el ingreso medio más bajo."
Los hallazgos fueron publicados el 28 de septiembre en la revista Obstetrics & Gynecology.
Moniz señaló muchos factores que pueden explicar por qué las personas después del parto pueden tener un mayor riesgo de deuda médica.
Estos factores incluyen los costos de atención médica para el embarazo, el parto, el postparto y el cuidado del recién nacido, dijo. Los gastos de cuidado también pueden sumarse a esto. De igual manera, las posibles reducciones en los ingresos después del parto.
Los autores sugieren que los legisladores podrían considerar esfuerzos que reduzcan o eliminen el gasto de salud materno-infantil. Esto podría incluir la reducción de los deducibles para aquellos con ingresos familiares más bajos o la cobertura antes del deducible que prohíbe el pago del paciente para servicios como visitas prenatales, ultrasonidos, hospitalización para ambos, madre e hijo, y servicios postparto.
"Sabemos que las dificultades financieras pueden impactar negativamente en la salud; se asocian con retrasos o aplazamientos en la atención médica, trastornos del estado de ánimo y mortalidad entre adultos. Nadie quiere estos resultados para nuevos padres e infantes", dijo Moniz.
"Necesitamos impulsar iniciativas que nos ayuden a identificar y asistir a individuos con la menor capacidad para amortiguar contra altas facturas médicas u otros gastos alrededor del parto, para que las familias puedan llevar a casa un bebé sin una lista de facturas no pagadas y angustia financiera", agregó.