Las personas que mantienen un patrón de sueño mayormente regular podrían tener un riesgo más bajo de desarrollar demencia que aquellas cuyos horarios de sueño y vigilia varían enormemente, encuentra un estudio reciente.
Las personas con el sueño más irregular tienen un 53 por ciento más de probabilidades de desarrollar demencia que las personas con una regularidad de sueño promedio, informan los investigadores en la edición del 13 de diciembre de la revista Neurology.
Esto sugiere que la constancia cuando se trata de acostarse por la noche y levantarse por la mañana contribuye a la salud del cerebro, dijo el investigador Matthew Pase, profesor asociado de psicología de la Universidad de Monash, en Australia.
"Las recomendaciones sobre la salud del sueño con frecuencia se enfocan en dormir la cantidad recomendada, que es de siete a nueve horas por noche, pero hay menos énfasis en mantener horarios de sueño regulares", señaló Pase en un comunicado de prensa de la revista. "Nuestros hallazgos sugieren que la regularidad del sueño de una persona es un factor importante cuando se considera el riesgo de demencia de una persona".
En el estudio, Pase y sus colaboradores siguieron a más de 88,000 personas con una edad promedio de 62 años en Reino Unido. Los participantes fueron seguidos durante un promedio de siete años.
Los participantes usaron un dispositivo en la muñeca durante siete días que midió su ciclo de sueño, lo que permitió a los investigadores calcular la regularidad de su sueño.
Un índice de regularidad del sueño perfecto de 100 implicaría a una persona que duerme y se despierta exactamente a la misma hora cada día, mientras que un índice de cero implicaría a alguien cuyas horas de sueño y vigilia son siempre diferentes.
Las personas en este estudio con el sueño más irregular tuvieron una puntuación promedio de 41, y las puntuaciones de sueño más regulares promediaron alrededor de 71, según muestran los resultados.
Los participantes entre esos dos grupos tenían una puntuación promedio de regularidad del sueño de 60.
Luego, los investigadores evaluaron los datos médicos para identificar cuáles de los participantes desarrollaron demencia y encontraron que 480 personas habían sufrido deterioro cerebral.
Las personas con el sueño más irregular eran más propensas a desarrollar demencia que las personas que dormían con una regularidad promedio, encontraron los investigadores.
Sin embargo, también descubrieron que las personas con el sueño más regular no tenían un riesgo más bajo de demencia que las del grupo promedio.
Eso significa que las personas no tienen que lograr ritmos de sueño similares a los de una máquina para obtener los beneficios de los ciclos de sueño regulares, dijeron los investigadores.
Sin embargo, el estudio solo pudo mostrar una asociación entre un horario de sueño irregular y un mayor riesgo de demencia.
"Una educación efectiva sobre la salud del sueño, combinada con terapias conductuales, puede mejorar los patrones de sueño irregulares", dijo Pase. "Según nuestros hallazgos, es posible que las personas con sueño irregular solo necesiten mejorar su regularidad del sueño a niveles promedio, en comparación con niveles muy altos, para prevenir la demencia. Se necesitan investigaciones futuras para confirmar nuestros hallazgos".