La Secretaría de Salud federal emitió un aviso epidemiológico ante el incremento de enfermedades respiratorias en México, principalmente la del virus sincitial respiratorio (VSR) hace unas semanas.
A partir de entonces, el mal clima en México, que se caracteriza por bajas temperaturas ocasionadas por la entrada de frentes fríos, ha incrementado el número de contagios de enfermedades respiratorias en el país.
Entre las enfermedades más comunes durante el invierno en México están la influenza, conocida popularmente como gripe, el resfriado común, entre otras afecciones de las vías respiratorias.
Si bien, este tipo de enfermedades tienen síntomas muy similares, es necesario estar pendientes de los malestares para saber qué tenemos y conocer cómo debemos actuar.
¿Qué es la influenza?
La Doctora Roxana Trejo González, gerente corporativa de Epidemiología del Centro Médico ABC, explica que la influenza es una una infección causada por un virus. Esta infección ataca las vías respiratorias.
De acuerdo con la especialista, millones de personas se enferman de influenza cada año y se trata de una enfermedad que es leve en la mayoría de casos; sin embargo, sí hay riesgo de que se convierta en un cuadro grave de salud e incluso provocar la muerte.
Las personas que corren más riesgo de padecer un caso de influenza grave son recién nacidas, mayores de 65 años o aquellos que tienen algunas enfermedades crónicas.
¿Cómo se contagia la influenza?
¿Recuerdas las medidas para evitar la propagación de casos de COVID-19? Con la influenza es algo similar. El virus de la influenza se transmite de persona a persona, cuando tosen, hablan a corta distancia o estornudan sin cubrirse la boca.
La especialista del ABC señala que el virus se mueve por las pequeñas gotas de saliva que pueden llegar a depositarse en la nariz o boca de otras personas.
Síntomas de la influenza
Como te contamos arriba, las personas que se enferman de gripe o influenza presentan síntomas muy similares a los que tienen cuando contraen resfriado común. De ahí que es importante no confundir la sintomatología.
Algunos de los síntomas de la influenza son:
- Cansancio
- Congestión nasal
- Dolor de cabeza
- Dolor de garganta
- Dolor en el cuerpo o muscular
- Escalofríos
- Fiebre o sensación de fiebre
- Tos
La Doctora Trejo González detalla que síntomas de la influenza como vómito y diarrea suelen presentarse en menos casos y principalmente afectan a los menores.
¿Cuál es la diferencia entre la influenza (gripe) y un resfriado?
Uno de los problemas con las enfermedades de las vías respiratorias es que sus síntomas pueden confundirse y, con ello, elegir un tratamiento equivocado o automedicarse, lo que incluso puede crear una pandemia como la resistencia a los antimicrobianos.
De acuerdo con la especialista, los síntomas en la gripe son repentinos, mientras que el resfriado comienza de forma gradual.
El dolor, fiebre y fatiga se presenta en pocas ocasiones en el resfriado, pero en la influenza es común su presencia. Además, la congestión, estornudos y dolor de garganta son un síntoma común del resfriado y solo en algunos casos se presenta en la gripe.
En algunas ocasiones, la gripe puede desarrollar complicaciones como:
- Bronquitis
- Encefalitis
- Infección del oído
- Miocarditis
- Miositis
- Neumonía
- Rabdomiólisis
- Sinusitis
También existe la posibilidad de que en la persona con influenza se empeoren otros problemas crónicos de salud, como el asma.
¿Cuál es el tratamiento para la influenza?
La primera vía de protección contra este enfermedad es la vacunación contra la influenza. Cabe destacar que la inmunidad de origen vacunal se atenúa con el tiempo, por lo que se recomienda aplicarse una dosis anual.
“Generalmente, una persona con gripe puede recuperarse sin atención médica, esto para los casos leves. Evitar salir de casa y el contacto con otras personas es una buena recomendación para evitar que se continúe esparciendo el virus”, detalla el Centro Médico ABC.
Las personas que forman parte de los grupos de riesgo ante la influenza deben recibir atención médica inmediata desde el momento en que se presentan los primeros síntomas de alguna complicación.