Envejecer en Estados Unidos es solo para ricos

Millones de adultos mayores que viven en Estados Unidos no podrían mantener su independencia sin la ayuda de un cuidador.

A veces, algún familiar asume el rol sin recibir un salario a cambio, pero no es el caso para la mayoría de los hogares, que se ven obligados a desembolsar entre US$ 4.000 y US$ 12.000 al mes en residencias de ancianos o un asistente de salud doméstico.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estiman el gasto total en unos US$ 470.000 millones al año. “Esa es una de las razones por las que el cuidado de adultos mayores es un servicio de salud pública esencial y debe priorizarse como un problema de salud pública emergente”, dicen los CDC y señalan que para 2030 cerca de 73 millones de personas en EE. UU. tendrán 65 años o más “y muchas necesitarán asistencia de al menos un cuidador”.

US$ 100.000 al año por una habitación privada

“La media nacional de una habitación privada en una residencia de ancianos ahora supera los 100.000 dólares al año”, dijo a GoBankingRates el Dr. Naheed Ali, experto en estilo de vida y graduado de la Facultad de Medicina de Harvard. “Incluso contratar asistentes de salud a domicilio puede costar US$ 50.000 o más al año”.

Existen varios tipos de centros de atención a largo plazo para adultos mayores. Dentro de esa categoría entran las residencias de ancianos y los centros de vida asistida. Según la organización sin fines de lucro National Investment Center for Senior Housing and Care, este año los costos de esos servicios aumentaron a US$ 10.830 mensuales y US$ 5.806 mensuales, respectivamente.

Un artículo reciente de la red de cuidado de adultos mayores “A Place for Mom” calcula el costo promedio de una habitación semiprivada de tiempo completo en una residencia de ancianos en aproximadamente US$ 8.000 al mes, lo que sube a US$ 9.000 o más si se trata de una habitación privada.

Luego están las instituciones para el cuidado de la memoria, principalmente destinadas a personas con demencia. Según el Centro Nacional de Inversiones, las instalaciones para el cuidado de la memoria son el sector de más rápido crecimiento en el mercado inmobiliario de adultos mayores y cuestan poco más de US$ 7.500 al mes.

Caroline Pearson, investigadora demográfica y CEO del centro Peterson Center on Healthcare, cree que la mayoría de los estadounidenses de ingresos medios se encuentran en una posición en la que son demasiado “ricos” para recibir cobertura de Medicaid por servicios de atención a largo plazo, pero demasiado “pobres” para afrontar los costos directos de esa atención.

¿Por qué es tan caro el cuidado de los mayores?

La respuesta es simple, considerando que requiere una gran fuerza laboral proveniente del sector sanitario y las residencias ofrecen alojamiento durante varios años. “La mayoría de las personas no empiezan a necesitar servicios de atención a largo plazo hasta entre los 75 y los 85 años. Y a medida que los baby boomers lleguen a esas edades, ahí es cuando veremos a esa demanda explotar”, dijo Pearson a CNN en abril de este año.

“El ajuste y acabado de los edificios, la cantidad de comodidades y servicios que forman parte de esa propiedad… los clientes esperan que sean de alta gama”, explicó. “El mercado ha obtenido buenos rendimientos con ese modelo y lo ha replicado”.

Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, los baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964) tendrán más de 65 años en 2030. Los miembros de mayor edad de esa generación tendrán 84 años en ese momento. Pearson proyecta que habrá 14,4 millones de personas mayores de ingresos medios en los EE. UU. para 2029, y se espera que el 60% tenga limitaciones de movilidad y el 20% tenga “altas necesidades funcionales y de atención médica”.

Pero en la mayoría de los estados, las personas de clase media no recibirán ayuda de Medicaid hasta que demuestren que se han arruinado pagando por su cuenta el cuidado de sus ancianos. Por eso, los expertos aconsejan empezar a planificar mucho antes de necesitar ayuda.

Los seguros médicos regulares no lo cubren

“Muchos clientes con los que he trabajado tienen suposiciones incorrectas, como creer que Medicare cubrirá todo lo que necesiten o asumir que siempre permanecerán sanos y podrán quedarse en casa. Esperan hasta que un ingreso hospitalario haga necesaria atención adicional y entonces no hay tiempo para hacer una investigación exhaustiva y elegir la opción más rentable”, dijo a GoBankingRates la trabajadora social clínica Margaret Pendergrass, de Roswell Grief Counseling.

Los seguros caros son una de las únicas opciones viables, pero solo “una porción minúscula de las familias compra un seguro de atención a largo plazo”, principalmente porque los proveedores implementaron enormes aumentos de tarifas después de subestimar cuántas personas realmente lo usan, dicen desde KFF, una organización sin fines de lucro centrada en políticas de salud.

Según la Asociación Estadounidense de Seguros de Cuidados a Largo Plazo, la prima anual promedio para un hombre de 60 años es de US$ 1.200 y US$ 1.960 para una mujer de 60 años. Todavía sigue siendo un gasto difícil de asimilar, pero no se compara con los casi US$ 300 al día por una habitación privada en un asilo.

Una forma en que los futuros jubilados pueden prepararse para enfrentar esos desafíos de costos futuros es abrir una cuenta de ahorros para la salud, o HSA, que permite a los inversionistas contribuir, invertir y retirar dinero libre de impuestos cuando se utiliza para gastos médicos calificados.

 

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