Un cartel en la sala de emergencia, a donde fui a parar por una caída, decía “detecte un derrame cerebral y actúe con el método FAST”. Me llamó la atención inmediatamente y mientras esperaba ser atendida lo releí varias veces para aprendérmelo.
La palabra FAST formaba un acróstico, es decir, cada una de sus letras era la inicial de una frase. La F, responde a face drooping, una deformidad repentina en el rostro; la A, formaba arm weakness, debilidad en uno de los brazos; la S, speech trouble, dificultades para hablar y la T, time to call 911, momento de llamar a emergencias. Estas son, sin duda, las señales más notorias de que hay que actuar de inmediato, pero hay otros síntomas que podrían ponernos en alerta, así como acciones que podemos tomar para prevenir un derrame cerebral, o un accidente cerebrovascular.
En principio, hay que decir que derrame cerebral, accidente cerebrovascular, embolia, y apoplejía, son los nombres coloquiales o comunes de los ictus. Según se explica desde a Fundación Ictus, de España, se trata de la alteración repentina de la circulación de la sangre en el cerebro, y esto puede ocurrir por el taponamiento o la rotura de una arteria cerebral, lo cual, en el primer caso, interrumpe o disminuye el paso de la sangre al cerebro -lo más común- y en el segundo caso, lo inunda.
Ahora lo más interesante es que, aunque hay síntomas muy conocidos como el del rostro desfigurado hacia un lado, o el de las dificultades para hablar, hay otros que pasan desapercibidos, o peor, se ignoran porque se asocian a otras circunstancias, según la American Stroke Association.
Algunos de los síntomas menos evidentes de estas afecciones que pueden confundirse son, en primer lugar, el entumecimiento o debilidad en las extremidades, o de un lado del cuerpo. Es posible que empecemos a preguntarnos si estuvimos mucho rato en una posición que causó esa sensación.
Lo importante es que si la debilidad del brazo o el entumecimiento no mejoran al cabo de unos minutos sepamos que hay que tomar acciones. Así indica el Ralph Sacco, de la Universidad de Miami, en una entrevista con The Health y explica que la sensación de entumecimiento o debilidad en un lado del cuerpo ocurre por la reducción del flujo sanguíneo en las arterias que ascienden por el cuello hacia el cerebro, así como en las arterias que se dirigen hacia la parte frontal o posterior de la cabeza.
Otro es la confusión para entender algo que está ocurriendo o para decir una palabra. No es que no te viene la palabra en el momento, es que no puedes ni emitirla y te toma mucho tiempo explicar porque estás confundido.
Luego está el dolor de cabeza intenso sin causa aparente. Es probable que nos quedemos esperando que se alivie, o que lo justifiquemos por cualquier cosa común, problemas de la vista -que también es un síntoma importante-, haber ingerido alcohol la noche anterior; o no haber tomado café durante el día. Es importante tomar acciones rápidas. Si hay más de un síntoma, hay que actuar.
Otro síntoma confuso es la visión borrosa que puede ser síntoma del cansancio, de las primeras señales de la presbicia, pero también hay que saber que los vasos sanguíneos bloqueados pueden causar dificultades en la vista, como ver doble, o borroso.
Adicionalmente, aunque los síntomas son similares para mujeres y hombres, las primeras también pueden presentar debilidad general, desorientación y confusión o problemas de memoria, fatiga, náuseas o vómitos.
Cómo prevenir un accidente cerebrovascular
Según la Organización Mundial de la Salud, los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte en el mundo y según la revista Neurología, se estima que el número de fallecimientos por ictus en el mundo aumente en un 50% en 2050. Mientras que en México es la séptima causa de muerte por enfermedad y en el caso específico de las mujeres, es la tercera, según el INEGI. De manera que es muy importante tomar cartas en el asunto para no ser parte de las estadísticas inminentes.
Tal como refiere la Oficina de Prevención de las Enfermedades y Promoción de la Salud, los factores incrementan las posibilidades de sufrir un derrame cerebral, son tener antecedentes de haberlos padecido o familiares, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas, la diabetes, la falta de actividad física y el sobrepeso, sufrir problemas cardíacos, la edad y tener el colesterol elevado, factor que es frecuentemente ignorado.
Además, el principal factor modificable de riesgo asociado a los accidentes cerebrovasculares es la presión arterial alta. Dado que esta puede ser asintomática, es esencial que hagamos lo necesario por regularla y que tengamos seguimiento frecuente con el médico y que estemos al día con los tratamientos.
Finalmente, la propuesta en español de la guía de acción ante un ictus también es muy fácil de aprender y es un acróstico de la palabra RÁPIDO. Tengámosla en cuenta.
R de rostro caído. Se refiere a entumecimiento o parálisis facial en un lado del rostro. Observemos si la sonrisa de la persona es dispareja o está torcida.
Á de alteración del equilibrio. La dificultad para caminar por falta de equilibrio, puede estar indicando la presencia del derrame cerebral.
P de pérdida de fuerza en el brazo o una pierna. Si se siente adormecido o si no se puede levantar.
I para impedimento visual repentino. Como se dijo los problemas de visión en uno o ambos ojos son una señal.
D de dificultad para hablar, y O de obtener ayuda. Recordemos que siempre un accidente cerebrovascular es una emergencia.