Un nuevo estudio publicado en Circulation destaca la importancia de la ingesta adecuada de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, conocidos como omega-3, como factor clave para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en individuos con antecedentes familiares de problemas cardíacos.
La investigación liderada por Federica Laguzzi, profesora asistente de epidemiología cardiovascular y nutricional en el Instituto Karolinska de Estocolmo, se basa en datos combinados de 15 estudios observacionales que involucraron a 40,885 participantes en 10 países.
Según Laguzzi, "las enfermedades cardiovasculares tienden a agregarse en familias", y el estudio se centró en evaluar si una dieta baja en ácidos grasos poliinsaturados modifica el riesgo de ECV en personas con antecedentes familiares de enfermedad cardíaca.
Los resultados revelaron que la baja ingesta de ácidos grasos omega-3, específicamente el eicosapentaenoico/docosahexaenoico (EPA/DHA), se asoció significativamente con un mayor riesgo de ECV en individuos con antecedentes familiares.
El análisis incluyó la medición de biomarcadores en diversos tejidos, como fosfolípidos, glóbulos rojos, suero total, plasma y tejido adiposo, reflejando porcentajes de ácidos grasos totales. Los participantes con niveles bajos de EPA/DHA, que indicaban una escasa ingesta de grasas presentes en el pescado azul, mostraron un aumento significativo en el riesgo de ECV, especialmente cuando también tenían antecedentes familiares.
Los investigadores enfatizan que estos hallazgos respaldan las pautas actuales de prevención cardiovascular que recomiendan una dieta rica en omega-3, como el consumo de pescado azul. Además, destacan que los niveles bajos de ácidos grasos omega-6 linoleico y omega-3 alfa-linolénico, presentes en aceites vegetales y nueces, no mostraron asociación con un aumento del riesgo cardiovascular.