Al presentar el documento, Rosario Piedra explica que buscan un nuevo paradigma que sustituya al modelo neoliberal
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer la “Declaración de Los Pinos por una Cultura de Paz y Derechos Humanos”, que busca sembrar la paz en los diferentes territorios que conforman el país.
Así como construir una pedagogía de paz crítica y erradicar la violencia, además de fomentar un nuevo paradigma que sustituya al modelo neoliberal que se ha caracterizado por el individualismo, la explotación de las personas, los bienes y recursos ambientales.
Al presentar el documento, la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, señaló que la Declaración marca un punto de inicio para emprender un camino hacia la paz.
En el acto celebrado en el vestíbulo de la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural Los Pinos, explicó que el documento establece que las estructuras de violencia y marginación son defendidas por quienes las solapan, quienes las ocultan, toleran y simulan combatirlas.
Por lo que frente a ello se propone garantizar el acceso a la educación universal, el conocimiento, la ciencia y la cultura, trabajando para lograr el bienestar, una paz crítica que articule la corresponsabilidad y la lucha social.
La presidenta de la CNDH manifestó que la Declaración está conformada por diversas rutas concretas para construir una paz crítica: Sembrar paz para y con los territorios, que tome en cuenta la voluntad colectiva con espacios de reconocimiento para defender alternativas y propuestas.
Así como pedagogía para la paz crítica, con una práctica formativa, integral, impulsada por la transformación progresiva del sistema educativo nacional; registro para memoria en movimiento, usando las diferentes tecnologías para el resguardo de la evidencia de los saberes y herramientas para ponerlos a disposición de las personas, entre otras.
La titular de la CNDH resaltó que todo esto se llevará a cabo mediante la realización de un Plan Nacional de Acciones Decisivas para una Cultura de Paz y Derechos Humanos, desde una lectura crítica y la conformación de nuevas generaciones de defensores de derechos humanos que acompañen los procesos de paz
Así como la dignificación de las víctimas, la instalación de un observatorio en la materia para dar seguimiento a las actividades contempladas en la Declaración y considerando ampliar el número de instituciones participantes.