Entre las acciones emprendidas se incluyeron la aplicación de vacunas, servicios de salud dental y mental, además de un festejo navideño.
La Jurisdicción Sanitaria Uno, con el apoyo de los distintos departamentos y personal médico y enfermeras, emprendieron una brigada de salud en las instalaciones de la Casa del Migrante Frontera Digna.
En esta ocasión, la actividad estuvo dirigida a niños, niñas y adolescentes, brindándoles una serie de servicios como vacunas del cuadro básico, acciones en salud mental y dental.
Dificultad. Además, ante la fecha en la que nos encontramos, organizaron un festejo navideño con piñata, comida, dulces y otros regalos para hacer pasar un momento agradable a estos pequeños que, a tan corta edad, son traídos desde zonas muy alejadas, buscando junto a sus padres una mejor vida y sufriendo las dificultades de realizar este largo camino de miles de kilómetros. En muchos casos, esto implica problemas como la mala alimentación, la falta de acceso a necesidades básicas como el baño y dormir en la calle, entre otras adversidades. Afortunadamente, cuentan con este tipo de prácticas que ayudan a que olviden un poco lo vivido. Además, se brindaron atenciones médicas para los migrantes. Cabe señalar que la Jurisdicción Sanitaria viene realizando un arduo trabajo con los migrantes, acercando los servicios de salud a los distintos albergues que se tienen en la ciudad para apoyar a estas personas. En muchos casos, llegan deshidratados o con lesiones en los pies producto de tantas horas de caminar. Hace un par de días se conmemoró el Día Internacional de la Lucha contra el VIH, y con esta población se aplicaron pruebas rápidas de detección, brindando tratamiento y charlas acerca de las nuevas alternativas existentes de prevención.
Trayecto. El área de salud cuenta con una estrategia muy amplia para quienes arriban a la ciudad. Desde aproximadamente septiembre, se ha incrementado el paso de migrantes por esta frontera, contabilizando las autoridades en cientos quienes han cruzado por aquí. Esta situación no parece tener fin, ya que diariamente siguen llegando más grupos, ya sea en tren o caminando, siendo observados por la carretera 57 durante su trayecto hasta llegar a la zona urbana.
Aunque su estadía en la ciudad es muy corta, prácticamente llegan y acuden al río para entregarse a las autoridades, quienes han manifestado que se encuentran rebasados para procesar la enorme cantidad de personas que cruzan.