Casi la mitad de las adolescentes informaron de dismenorrea entre los 15 y 16 años en un gran estudio de cohortes prospectivo, el estudio Amsterdam Born Children and Their Development.
Según los hallazgos publicados en la revista Reproductive BioMedicine Online, consumir de 3 a 4 bebidas azucaradas por día entre los 11 y 12 años y la menarquia en una edad avanzada se asociaron con dismenorrea posterior.
Reducir el consumo de bebidas azucaradas tiene el potencial de reducir la elevada incidencia de dismenorrea.
Este estudio fue una cohorte prospectiva poblacional de 1.038 adolescentes de entre 15 y 16 años. Se buscaron determinantes de la dismenorrea mediante cuestionarios administrados al menos 3 años antes (hasta los 11-12 años). Se estudiaron los siguientes determinantes potenciales: sociodemográficos (p. ej., origen étnico), psicosociales (p. ej., depresión o ansiedad), estilos de vida y relacionados con la salud (p. ej., duración del sueño, ingesta de bebidas, consumo de carne) y reproductivos (p. ej., edad ginecológica definida como años desde la menarquia, índice de masa corporal [IMC] de la madre antes del embarazo).
La dismenorrea se definió al informar dolor abdominal y/o de espalda menstrual que requirió medicación y/o anticoncepción hormonal.
La prevalencia de dismenorrea entre los 15 y 16 años fue del 49,5 %.
Dos factores se asociaron significativamente con el desarrollo posterior de dismenorrea: con la edad ginecológica más alta era 2 a 3 veces más probable que con la edad ginecológica más baja, y con la ingesta diaria de 3 a 4,5 bebidas azucaradas (p. ej., refrescos, limonada, jugos) entre los 11 y 12 años era un 39 % más probable que con una menor ingesta diaria. La ingesta de ≥14 tazas de cafeína por semana tuvo una significación limítrofe en la predicción de la dismenorrea.
Los factores sociodemográficos y psicosociales no fueron factores predisponentes significativos de dismenorrea.