En aproximadamente dos tercios de los corredores con síndrome del intestino irritable, una carrera de intensidad moderada o intensa se asoció con un alivio general de los síntomas gastrointestinales. Podría estar justificado probar el ejercicio de correr en pacientes con síndrome del intestino irritable.
El estudio, realizado por un equipo neerlandés, se ha publicado en la revista Neurogastroenterology & Mobility.
El síndrome del intestino irritable es un trastorno de la interacción intestino-cerebro. Existen varios mecanismos plausibles por los que la actividad física podría mejorar los síntomas.
Los autores analizaron datos del estudio observacional transversal Eat2Run de corredores adultos. En un estudio de casos y controles, examinaron los datos de 153 participantes con síndrome del intestino irritable y 153 participantes de control emparejados sin síndrome del intestino irritable.
Todos los participantes autoinformaron de la prevalencia y gravedad de nueve síntomas digestivos mientras corrían y en las 3 horas siguientes a una carrera (condición activa) frente a en reposo. Cada síntoma se puntuó en una escala de 0-100, siendo 100 peor, y se sumaron las puntuaciones (puntuación máxima, 900).
Como era de esperar, los corredores con síndrome del intestino irritable presentaban síntomas digestivos más prevalentes y graves que los participantes de control, tanto en reposo como en activo.
El grupo con síndrome del intestino irritable en su conjunto presentó una puntuación total de gravedad de los síntomas más baja en la condición activa que en la de reposo. Esto se debió a menor meteorismo, flatulencia y estreñimiento. Sin embargo, las puntuaciones de intensidad de la necesidad de defecar y la incontinencia fecal fueron más altas que en reposo.
En los participantes de control sin síndrome del intestino irritable, la gravedad total de cualquier síntoma fue similar en reposo que en la condición activa.
El ejercicio moderadamente intensivo o intensivo se asoció con el alivio de los síntomas en el grupo con síndrome del intestino irritable, mientras que el entrenamiento muy intensivo no.