Con la pierna derecha inhabilitada, Espinoza se fajó como los grandes
Con muchas lágrimas, un tobillo derecho devastado y el orgullo que no le cabía en el pecho, celebró el mexicano Rafael ‘Divino’ Espinoza, lo que para muchos es el batacazo más grande del boxeo tricolor en los últimos cuatro años tras un épico regreso que le permitió consagrarse como el nuevo campeón Pluma de la Organización Mundial de Boxeo, una verdadera revelación.
Un arranque alentador, pero con los pronósticos en contra, el cubano Robeisy Ramírez, que llegó al ring acompañado por los populares, Gente de Zona, parecía que por fin ponía poner orden en el pequeño cuadrilátero del Charles F. Dodge City Center de Pembroke Pines, Florida, y de no ser porque se le acabó el round, en ese mismo quinto pudo haber acabado con Rafa Espinoza.
Con la pierna derecha inhabilitada, Espinoza se fajó como los grandes y tras un nuevo vendaval de golpes en su contra, sacó la pelea de manera dramática llevando al aún campeón a la lona en los últimos instantes de la batalla para amarrar la victoria con mucho pundonor, garra, corazón y coraje para llevarse la victoria por la vía de los puntos.