Un gol de Hwang Hee-Chan dio el triunfo al Wolverhampton Wanderers y frenó la euforia del Burnley, que venía de ganar 5-0 al Sheffield United el fin de semana y vuelve a la derrota y a asentarse en el descenso.
Los de Vincent Kompany, que ganaron ante los 'Blades' su primer partido en casa en siete meses, volvieron a las andadas lejos de Turf Moor, donde han perdido los últimos cinco encuentros con un balance de trece goles en contra y solo uno a favor.
Pese a que dominaron al Wolves durante buena parte del partido, un error en la salida, el enésimo por la forma de jugar de Kompany, le costó el encuentro. Entre O'Shea y Berge perdieron la pelota en la frontal del área y Pablo Sarabia, en su primera titularidad desde septiembre, robó el esférico y se lo dio a Matheus Cunha.
El brasileño, justo antes de que se le echaran encima, tuvo el tiempo justo para dársela a Hwang Hee-Chan y el surcoreano, con mucha calma, definió ante James Trafford.
El Burnley, que había tenido un par de buenas ocasiones antes del gol, ambas desactivadas por Daniel Bentley -sustituto del lesionado André Sá-, no volvió a aparecer en ataque y concedió una derrota que les deja en descenso, con cinco puntos y con la posibilidad de acabar colistas la jornada siempre y cuando el Sheffield United venza este miércoles al Liverpool.