César Huerta pelea cada balón como si fuera el primero… O el último.
El apodado ‘Chino’ pertenece a esa estirpe de futbolistas que tienen la piel curtida por el esfuerzo, por las puertas que se les cerraron en el camino y por la constante necesidad de demostrar que tienen validez.
Lo han desdeñado y nunca compró la idea de que su lugar estaba lejos del protagonismo en el futbol. Lo respaldan la persistencia y una fe inquebrantable a prueba de todo.
La carrera de Huerta tiene ciertas similitudes con otras de jugadores que tardaron en despuntar, pero que cuando encontraron un sitio, entiéndase el club que depositó su confianza en ellos, demostraron sus reales alcances.
Luis ‘Matador’ Hernández y Oribe Peralta, por citar solo dos casos. No es que el ‘Chino’ tenga condiciones futbolísticas parecidas a ellos; sin embargo, comparten el tesón y la lucha cotidiana por ganar credibilidad.
Estas historias con final feliz también tienen en común la conexión que logran de manera natural los futbolistas con el aficionado.