Prueba este método efectivo y placentero para contribuir a tu búsqueda del peso ideal
Los tés han ganado popularidad como aliados naturales para perder peso y eliminar líquidos. Entre ellos, el té negro, té verde y té rojo son especialmente destacados por sus propiedades únicas y efectos beneficiosos. Cada uno de estos tés aporta elementos distintos al organismo que contribuyen a la salud y a la pérdida de peso. ¡Descubre aquí por qué!
Aplica la regla de los tres tés para bajar de peso
El té negro, procedente de las hojas de Camellia sinensis, es rico en teína, antioxidantes y polifenoles. Estos componentes aceleran el metabolismo y favorecen la quema de grasas. Un estudio publicado en el European Journal of Nutrition sugiere que el consumo regular de té negro puede contribuir a la pérdida de peso y mejorar la salud cardiovascular.
Por su parte, el té verde es conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para aumentar la quema de grasa. Las catequinas presentes en el té verde, especialmente la epigalocatequina galato (EGCG), han demostrado efectos positivos en la reducción de la grasa corporal, según estudios de la Universidad de Maryland Medical Center.
El té rojo o pu-erh, originario de China, se asocia comúnmente con la pérdida de peso y la reducción del colesterol. Investigaciones indican que sus compuestos, incluyendo catequinas y teínas, pueden mejorar el metabolismo de las grasas y ayudar en la gestión del peso.
Además de sus propiedades adelgazantes, estos tés son diuréticos naturales, ayudando a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo. También poseen propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres y favorecen la salud general.
Para incorporar estos tés en la dieta diaria, se recomienda seguir la regla de los tres tés:
- Té negro los lunes y miércoles por la mañana para impulsar el metabolismo
- Té verde los martes y jueves por la tarde para sus propiedades adelgazantes
- Té rojo los viernes y sábados para favorecer la pérdida de peso.
Tras esta prueba, debes hacer una pausa en el consumo de té un día a la semana, como el domingo, para permitir que el cuerpo descanse de estas bebidas.