Incorporar estas cápsulas cargadas de ácidos grasos y omega 3 a tu rutina diaria puede brindarte ventajas que nunca imaginaste.
Así que presta atención, ya que a continuación te presentamos las principales razones para consumir esta joya marina.
Regulación de la presión arterial: Los ácidos grasos Omega presentes en el aceite de pescado promueven la expansión de los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial. Si bien no reemplaza otros medicamentos, puede complementar el control de la hipertensión.
Beneficios para las articulaciones: Este aceite ayuda a aliviar la rigidez y el dolor en personas con artritis reumatoide, manteniendo las articulaciones flexibles y proporcionando un efecto antiinflamatorio natural.
Mejora la piel y el cabello: El aceite de pescado, con sus vitaminas A, B1, B2, B3, C, D y E, hidrata la piel, previene la sequedad, alivia irritaciones y favorece el crecimiento capilar al aumentar el flujo sanguíneo al cuero cabelludo.
Salud cardiovascular: Sus ácidos grasos reducen la mortalidad por enfermedades cardíacas, disminuyen los triglicéridos y contribuyen a evitar la insuficiencia cardíaca.
Equilibrio de glucosa: Ayuda a regular los niveles de azúcar, manteniendo una energía estable y evitando fluctuaciones bruscas, beneficioso para quienes padecen diabetes o desean prevenirla.
Reducción del colesterol: Los omega-3 se asocian con niveles saludables de colesterol HDL ('bueno'), mientras reducen los triglicéridos y el LDL ('malo'), promoviendo un sistema cardiovascular saludable.
Fortalecimiento del sistema inmune: Rico en vitaminas, calcio y hierro, estos suplementos fortalecen tus defensas de forma natural, aumentando la resistencia a enfermedades virales y bacterianas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda entre 200-500 mg de aceite de pescado al día como suplemento. No obstante, es fundamental consultar la dosis adecuada con tu médico, ya que puede interactuar con otros medicamentos. ¡Aprovecha todos sus beneficios para transformar tu bienestar hoy mismo!"