La Universidad de Padua, Italia, ha sido el escenario de un fascinante descubrimiento que arroja luz sobre cómo el habla materna influye en el desarrollo cerebral de los bebés antes de su nacimiento.
Investigadores italianos han concluido que los bebés experimentan una exposición al idioma de su madre incluso en el útero, desencadenando cambios específicos en su actividad cerebral.
La adquisición del lenguaje comienza durante el embarazo, entre las semanas 24 y 28 de gestación, cuando el feto comienza a percibir sonidos, aunque de manera distorsionada.
Este fenómeno, documentado previamente, ha sido objeto de un nuevo estudio que profundiza en los procesos neuronales que permiten al cerebro en desarrollo aprender del idioma escuchado prenatalmente.
La preferencia de los recién nacidos por la voz de su madre y el idioma que hablaba durante el embarazo ya se conocía, pero este estudio, publicado en la revista Science Advances, revela mediciones precisas de la actividad cerebral de 33 bebés sometidos a estímulos del habla durante la gestación.
Las grabaciones de oraciones en francés, la lengua materna, así como en español e inglés, lenguas desconocidas para los bebés, se utilizaron en las estimulaciones. Los resultados fueron reveladores: los bebés mostraron una intensa actividad cerebral al escuchar francés, en comparación con el español e inglés.
La profesora Judit Gervain, líder del estudio, explicó que la exposición a la lengua materna desencadena procesos cerebrales complejos asociados con el aprendizaje del lenguaje. Sin embargo, esta actividad era menos intensa cuando los recién nacidos escuchaban otras lenguas, sugiriendo que sus cerebros están estructurados para recordar y responder de manera única al idioma escuchado antes de nacer.
Este hallazgo podría tener implicaciones importantes para el desarrollo temprano del habla en los bebés. Los investigadores planean explorar si estos cambios neuronales también ocurren al exponer a los bebés a la música que escucharon en el útero materno, abriendo nuevas vías para entender cómo las experiencias prenatales impactan en el desarrollo cognitivo de los recién nacidos.
Este estudio pionero destaca la complejidad y la importancia de la conexión entre el entorno prenatal y el desarrollo cerebral, abriendo una puerta a futuras investigaciones que podrían transformar nuestra comprensión de la influencia del entorno antes del nacimiento en la formación de la mente humana.