Un nuevo estudio de cohorte retrospectivo informó que los glucocorticoesteroides se vincularon con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores a largo plazo en una población de veteranos mayores, en su mayoría hombres, con artritis reumatoide, esto incluso en dosis bajas y durante periodos cortos.[1]
El análisis de aproximadamente 19.000 pacientes, presentado por la Dra. Beth Wallace, Ms. C., en el Congreso de la American College of Rheumatology (ACR) de 2023, mostró que el nivel de riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores aumentaba con la dosis, duración y antigüedad del uso de glucocorticoesteroides, donde el riesgo aumentó significativamente con dosis equivalentes de prednisona tan bajas como 5 mg/día, duraciones tan cortas como 30 días y con el último uso de hasta un año antes de dichos eventos.
"Hasta la mitad de los pacientes con artritis reumatoide en Estados Unidos usa glucocorticoesteroides a largo plazo a pesar de que trabajos previos sugieren que aumentan los eventos cardiovasculares adversos mayores de una manera dependiente de la dosis", comentó la Dra. Wallace, profesora asistente de medicina de la University of Michigan, en Ann Arbor, Estados Unidos, y reumatóloga del VA Ann Arbor Healthcare Center. "Nuestro grupo presentó previamente un trabajo que sugiere que menos de 14 días de uso de glucocorticoesteroides en un periodo de seis meses se asocia con un aumento de dos tercios en las probabilidades de eventos cardiovasculares adversos mayores durante los siguientes 6 meses, con 90 días de uso asociados con un aumento de más del doble".
En los últimos años investigadores como la Dra. Wallace han centrado su atención en los riesgos de los glucocorticoesteroides en la artritis reumatoide. El American College of Rheumatology y la European Alliance of Associations for Rheumatology hacen hincapié en evitar el uso prolongado de glucocorticoesteroides en la artritis reumatoide y mantener al mínimo las dosis y durante el menor tiempo posible.
Cuando la Dra. Wallace y sus colaboradores observaron el patrón clínico del uso de glucocorticoesteroides en pacientes con artritis reumatoide durante los últimos dos años, aquellos que tomaron dosis diarias de 5 mg, 7,5 mg y 10 mg durante 30 días y dejaron de hacerlo al menos un año antes tenían un riesgo que aumentó significativamente en 3%, 5% y 7%, respectivamente, en comparación con aquellos que no tomaron glucocorticoesteroides en los últimos dos años.
Si bien esos aumentos fueron pequeños, el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores aumentó aún más para quienes tomaron las mismas dosis diarias durante 90 días, aumentando 10%, 15% y 21%, respectivamente. Los investigadores vincularon el uso actual de glucocorticoesteroides durante los últimos 90 días con un riesgo 13%, 19% y 27% mayor en esas dosis respectivas.
Los hallazgos "se suman a la literatura que sugiere que existe cierto riesgo incluso con dosis bajas de esteroides", afirmó el Dr. Michael George, profesor asistente de reumatología y epidemiología de la University of Pennsylvania, en Filadelfia, Estados Unidos, quien no participó en la investigación, pero está familiarizado con los hallazgos.
"Podemos ver que incluso los glucocorticoesteroides tomados hace varios años pueden afectar el riesgo cardiovascular, pero que el uso reciente tiene un efecto mayor sobre el riesgo. Este estudio también sugiere que el uso de dosis muy bajas afecta el riesgo", indicó el Dr. George.