En conmemoración la vida y la trágica muerte de Pedro Infante, el emblemático actor y cantante de la Época de Oro del cine mexicano, Vix lanza una serie llamada Se Llamaba Pedro Infante, en donde se recuerda su trayectoria y el impacto que dejó su partida el 15 de abril de 1957.
El ídolo de México falleció en un accidente aéreo en la calle 54 Sur y 87 de la ciudad de Mérida, Yucatán, marcando un momento que quedará grabado en la memoria colectiva de los mexicanos.
Con más de 50 películas en su haber, incluyendo clásicos como “Nosotros los pobres”, “Dos Tipos de Cuidado” y “Los tres García”, el también cantante se destacó tanto por su talento actoral como por su inigualable voz que resonó en más de 300 canciones, entre las que destacan “Amorcito Corazón” y “Cien años”.
Pedro Infante no solo fue un exitoso actor y cantante, sino que también compartía una pasión por la aviación, acumulando casi 3,000 horas de vuelo y convirtiéndose en socio de Tamsa-Transportes Áereos de México S.A. en 1955.
Ruth Rosell Chan: la mujer que murió junto a Pedro Infante
El accidente, que también cobró la vida del Capitán Víctor M. Vidal Marciano Bautista, Ruth Rosell Chan y el niño Baltazar Martín Cruz, fue un golpe devastador para sus admiradores.
En septiembre de 1993, en el lugar del siniestro se colocó una placa conmemorativa que reza: “En este sitio perdió la vida trágicamente el 15 de abril de 1957, el ídolo de México Pedro Infante Cruz y Capitán Víctor M Vidal Marciano Bautista, Ruth Rosell Chan y el niño Baltazar Martín Cruz. Se coloca esta placa en su memoria. Mérida, Yucatán, septiembre de 1993.”
Sus restos descansan en el Panteón Jardín de la delegación Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, junto a otras leyendas del espectáculo como Jorge Negrete, Germán Valdés “Tin Tan”, Javier Solís, Pedro Armendáriz y Gustavo Rojo, en lo que se conoce como “El cementerio estelar de México”.
Diversas versiones sobre las circunstancias de su muerte persisten. Algunos relatos sugieren que Infante solicitó al Capitán Vidal la oportunidad de pilotear la aeronave, resultando en la pérdida de control y el fatídico choque.