Las mujeres que obtienen un resultado falso positivo en una mamografía podrían beneficiarse de un programa de cribado ampliado.
En la mayoría de los países tales programas no se extienden a las mayores de 70 años. Esta es la conclusión de los autores de un reciente estudio publicado en JAMA Oncology, que demuestra que las mujeres con un resultado mamográfico de este tipo tienen un mayor riesgo de cáncer de mama hasta 20 años después.
Una historia bien conocida
Los falsos positivos pueden provocar angustia psicológica y ansiedad en las mujeres, influir en la participación en los programas de cribado y poner en peligro su éxito. "Por lo tanto, los resultados falsos positivos representan un problema crucial de salud pública", escriben los investigadores. Además, estudios anteriores muestran un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama entre estas mujeres en los 10 años de seguimiento. Sin embargo, se desconocen los resultados a largo plazo y si el riesgo de cáncer de mama cambia en función de las características individuales.
Un riesgo a largo plazo
En el estudio participaron mujeres de Suecia con una edad media de 52 años que se habían sometido a una media de 4 mamografías desde 1991. Cada una de las 45.213 participantes con un primer resultado falso positivo fue emparejada con 10 controles según la edad, el año de la mamografía y el historial mamográfico (sin falsos positivos previos). La incidencia acumulada de cáncer de mama a los 20 años fue del 11,3 % y del 7,3 %, respectivamente, para un hazard ratio (HR) ajustado de 1,61.
La asociación entre un resultado falso positivo y el riesgo de cáncer de mama fue mayor en las mujeres de 60-75 años (HR 2,02) que en las de 40-49 años (HR 1,38), así como en las mujeres con menor densidad mamaria (HR 4,65) que en las de mayor densidad (HR 1,60). Además, el riesgo de cáncer parecía ser mayor entre las mujeres a las que se recordó someterse a una biopsia (HR 1,77) que entre las que no lo hicieron (HR 1,51).
Analizando las características tumorales, se observó una mayor probabilidad de detectar cáncer en el lado ipsilateral del resultado falso positivo (1,92) y de presentar un tumor de al menos 20 mm en el momento del diagnóstico. En cambio, no se observaron asociaciones en función de los distintos subtipos moleculares de cáncer de mama.
La probabilidad de detectar un tumor en el lado ipsilateral del resultado falso positivo fue mayor en los primeros 4 años (HR 2,57 en los primeros 2 años, 1,93 de 2 a 4 años) y disminuyó con el tiempo. En cambio, en el caso de un tumor contralateral, el riesgo a largo plazo parecía estable.
Por último, se observó un mayor riesgo de mortalidad por cáncer de mama (HR 1,84) entre las participantes con un resultado falso positivo.
Las consecuencias
Para los investigadores, algunos resultados tienen claras implicaciones clínicas. "En primer lugar, además de la biopsia, a la hora de individualizar los programas de vigilancia entre las mujeres con un resultado falso positivo deberían tenerse en cuenta la edad en el momento del falso positivo mamográfico y la densidad mamográfica de la mama. En segundo lugar, una vigilancia estrecha e intensiva en los dos ciclos de cribado siguientes podría ser especialmente valiosa", afirman los investigadores, y añaden que, en tercer lugar, debería fomentarse la concienciación a largo plazo sobre la enfermedad entre estas mujeres para hacer frente al mayor riesgo de incidencia y mortalidad por este cáncer de mama.