El cáncer de próstata se ha posicionado como el segundo tipo de cáncer más frecuente entre los hombres en México. Según las estadísticas del 2020, se registraron 26,742 casos nuevos, representando el 29.9% del total de casos de cáncer en hombres a nivel nacional, además, el cáncer de próstata también ocupó el segundo lugar en número de fallecimientos dentro de este grupo, con 7,457 decesos.
La próstata, una glándula del tamaño de una nuez ubicada detrás de la base del pene, frente al recto y debajo de la vejiga, desempeña un papel crucial en la salud reproductiva masculina. Su función principal es producir líquido seminal, esencial para el transporte y la viabilidad de los espermas.
Este tipo de cáncer se origina en la glándula prostática cuando las células normales experimentan cambios y proliferan sin control, dando lugar a la formación de un tumor. Aunque se caracteriza por su crecimiento lento, el cáncer de próstata afecta predominantemente a hombres mayores de 65 años, aunque no excluye a aquellos menores de 40 años.
Además de la edad, varios factores aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Antecedentes familiares, una dieta rica en carnes rojas o lácteos grasos, y la obesidad son algunos de los elementos que contribuyen a esta preocupante estadística.
Los síntomas de esta enfermedad pueden variar, desde un flujo de orina débil o interrumpido, hasta la presencia de sangre en la orina o el semen. El Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Próstata, conmemorado en noviembre, busca concientizar a los hombres mayores de 40 años sobre esta enfermedad y sus posibles causas.
Prejuicios y estigmas: obstáculos para la atención del cáncer de próstata en México
Según estudios del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), las arraigadas ideas culturales en la sociedad mexicana colocan al cáncer de próstata como la principal causa de enfermedad y muerte por cáncer en hombres en el país.
El Dr. Juan Carlos Huerta, médico especialista en urología oncológica, destaca cómo la percepción de la vulnerabilidad y la búsqueda de ayuda es vista como debilidad en la identidad masculina, generando barreras que dificultan la detección temprana de enfermedades.
La aversión a la exploración digito rectal, asociada a la disminución de la masculinidad, se erige como un obstáculo significativo. Además, la quimiofobia, el miedo a la quimioterapia, contribuye al hecho alarmante de que el 60% de los hombres evita someterse a pruebas de detección de cáncer de próstata.
El Dr. José Athié Rubio, líder médico de Hemato-Oncología de Sanofi, advierte que el 70% de los casos de cáncer de próstata en México se diagnostican en etapas avanzadas, en parte debido a los prejuicios y la desinformación. Destaca la importancia de pruebas como el antígeno prostático y exploraciones periódicas a partir de los 50 años para una atención oportuna.
Ricardo Rivera, escritor y conferencista en masculinidad sana, subraya la necesidad de deconstruir las nociones tradicionales de masculinidad. Argumenta que la promoción de una masculinidad más consciente y abierta emocionalmente es esencial para superar los tabús y estigmas anticuados que rodean a la salud masculina.
"Enfrentar el cáncer de próstata en México requiere, sí, de avances médicos, pero también de un cambio cultural profundo. Nuestra idea de lo que significa ser hombre debe ofrecer un camino hacia la prevención efectiva y desafiar lo establecido sobre la salud del hombre", afirma Rivera.
Cabe resaltar que el cáncer de próstata es curable en el 85 por ciento de los casos cuando estos se detectan a tiempo, de ahí la importancia de realizarse estudios periódicos.
Estos estudios se recomiendan a partir de los 40 años para hombres con antecedentes familiares de cáncer de próstata y a partir de los 45 en aquellos sin antecedentes.
Los especialistas indicaron que abrir conversaciones en torno a la salud masculina podrá hacer cambios culturales que son necesarios para garantizar que los hombres puedan sentirse libres de buscar y recibir atención Médica sin temor a la estigmatización.