Zoila Vázquez García, madre de Brayan Ibarra Vázquez, de 19 años, quien está internado en el anexo "Sanaré", acudió a este medio informativo para argumentar que, luego de que le impedían ver a su hijo porque debía unas semanas del pago de mil 500 pesos que les cobran por semana, pudo verlo y comprobar que está bien.
El pasado domingo, Vázquez, así como varios familiares de otros internos en el centro de rehabilitación ubicado en el bulevar Benito Juárez, se amotinaron en la entrada de dicho centro para pedir que les entregaran a sus hijos o verlos, puesto que por medio de un tercero, que recién salió del anexo, recibieron un mensaje de sus familiares de que los sacaran de ahí porque los golpeaban, no les daban de comer en 24 horas y les restringían su higiene como el baño a escasos minutos que los sacaban hasta enjabonados de la regadera.
Defensa. La madre de familia dijo que se retractaba de lo que había dicho por qué pudo ver a su hijo y fue "falsa alarma" de que los golpeaban y demás, no obstante, no explicó sobre la persona que dijeron recién fue sacada del anexo por su esposa, ya que presentaba problemas de salud por haber bajado 14 kilos de peso en tres meses, al castigarlo y no darle de comer.
Testimonio. Porfirio Vázquez, padre de Luis Eduardo Vázquez García, además de que tiene a su nieto Cristofer de 15 años y a un sobrino de 19 años, fue uno de los familiares que declaró que supieron de que los internos eran maltratados por los llamados "padrinos" y por la dirección de "Sanaré".
Los familiares que afuera del anexo pedían ver a los internos dieron una fotografía donde mostraban que los internos dormían en el piso hacinados en un cuarto, además de que la comida que les llevaban no se las compartían a ellos, sino que la almacenaban en un cuarto, los castigaban sin alimento y los golpeaban con excusa de castigos.