Una caja de electricidad se mantiene expuesta con cables y personal ha sufrido descargas, por lo que los tutores temen que les pase lo mismo a sus hijos.
Alumnos con pancartas y mensajes contundentes como “niños en peligro y les vale" … o "sin agua y luz cada día peor” fue como inició una manifestación de padres de familia y educandos que culminó con el cierre de la Escuela Primaria "Ignacio Zaragoza" ubicada en la colonia Buenos Aires; el motivo fue la falta de servicios y además el riesgo que corren cada día los menores, pues existen cajas de cableado que se encuentran expuestos y por las cuales ya se han presentado accidentes de descargas eléctricas en trabajadores.
Son 145 alumnos del turno matutino que están sufriendo las carencias y estudiando en total riesgo mientras asisten a la escuela, desde que inició el ciclo escolar tenían complicaciones con el servicio de energía eléctrica, "hace 2 semanas la institución fue robada, lo que nos dejó completamente sin luz ni agua y además en una zona de riesgo" así lo señaló la tesorera de la asociación de padres de familia Patricia Lucio.
Peligro. El robo de cableado no solo los dejó sin los servicios básicos, sino que también dejó como resultado una caja de electricidad abierta con cables por todos lados; un electricista y un docente intentaron reparar esta fuente de energía o bien poner los cables lejos de los menores, sin embargo, recibieron una descarga eléctrica y hasta el momento no ha existido algún interesado más en repararlo.
Es por ese motivo que los padres temen a diario el que sus hijos, mientras juegan o simplemente caminan cerca de la zona en donde está la fuente de energía, sufran algún accidente y sea con consecuencias lamentables.
Sin respuesta. Los padres afirman cómo han enviado diversos oficios y solicitudes a la Secretaría de Educación y el departamento en el municipio, pero hasta el momento ni las autoridades estatales o locales les han brindado algún apoyo.
Sin opción. Con nulas alternativas fue que los tutores colocaron un candado en la entrada, mientras que, los pequeños expresaban querer una escuela segura y los adultos afirmaron que la escuela no reanudará clases hasta que les envíen personal capaz de solucionar los problemas de la institución. Al sitio llegó el supervisor de zona, Gerardo Cruz, quien le comunicó a los padres cómo también ha buscado poner solución al problema, pero evidentemente no lo ha conseguido.