"La docencia proporciona muchas satisfacciones".
La profesión de docente es una de las más importantes, ya que quienes están frente a un grupo tienen la responsabilidad de preparar a las nuevas generaciones para un futuro prometedor. Más allá de enseñar, también se deben involucrar en las problemáticas que enfrentan los niños para ayudar a solucionarlas, junto a sus padres, tal como lo comparte Brenda Alemán, quien cuenta con cerca de dos décadas dentro de la enseñanza.
¿Cómo surge la idea de estudiar la carrera de la docencia?
"Siempre me gustó desde que estaba en la primaria, observando cómo trabajaban mis maestras. Desde entonces, nació en mí el interés y la idea de enseñar a los niños. También tengo tíos que se dedican a la docencia, uno en educación física, otro en educación preescolar y en secundarias y bachilleratos. Yo opté por dedicarme a la educación inicial. Además de la licenciatura en la UPN, he realizado cursos de la Secretaría.
Me falta la maestría, lo cual está entre mis proyectos. Es importante estar preparado de manera constante con tantas novedades.
Es esencial estar actualizado para impartir una buena enseñanza a nuestros niños, abordando temas relevantes que nos ayudan a sobrellevarlos o cosas que tal vez en casa no se tocan abiertamente.
Temas delicados aquí nos dan estrategias para poder abordarlos con los niños".
¿El maestro, además de cumplir con su objetivo de educar, tiene que involucrarse en la vida de sus alumnos?
"También nos involucramos mucho. Cada niño es una historia, y nosotros lidiamos con eso todos los días. En la escuela, pasan muchas cosas que a veces afectan a los niños, y tenemos que aprender a sobrellevarlas. No siempre los niños transmiten esas problemáticas a sus compañeros. A veces, los niños tienen la confianza con uno y se acercan a platicar. Desde ese punto, nosotros actuamos. Entra el sentimiento, el afán de cuidarlos, de protegerlos. No dejan de ser niños.
La preocupación de velar porque ellos estén bien. He tenido experiencias fuertes; hay de todo.
Lo que viven los niños se debe corregir para que a la larga no les afecte. Platicamos con los padres de familia para que, juntos, tomemos las decisiones más acertadas en beneficio de los menores.
Queremos que tengan una vida llena de alegrías, como debe ser la niñez. Evitar que los problemas de los adultos les afecten.
De ahí que el rol de una docente va más allá de solo dedicarse a la educación de los niños de México.
Se debe enfrentar este tipo de situaciones, donde se ve de todo, pero para eso estamos, para apoyar a la niñez en todo lo que se pueda por su bienestar.
La tecnología, ¿cómo ha venido a influir en la impartición de la educación?
"En la actualidad, los niños están mucho más adelantados que nosotros en tecnología, redes sociales, uso de aparatos eléctricos. Es un tema que también abordamos como parte de las materias. Tenemos un salón de cómputo que aún no está en condiciones; se encuentra en mantenimiento y, en otros años, en los cuales ha estado habilitado, a los niños les gusta acudir para utilizar la computadora y realizar presentaciones. Durante la pandemia, fue una de las herramientas que más utilizamos, pero fue un periodo en el que se retrasó la educación. Hubo causas ajenas. Hay padres que trabajan todo el día y no conectaban a sus hijos. Fueron muchos factores que intervinieron para que hubiera retraso.
¿Esta profesión le deja satisfacciones?
"Me he encontrado con algunos de mis ex alumnos de los primeros que tuve hace ya 19 años. Algunos son profesionistas.
Es un orgullo y satisfacción que, al paso de los años, ya trabajen.
Es muy bonito que se formen y que uno tuvo que intervenir en su formación. Esta carrera deja muchas satisfacciones, ya que somos parte de la vida de los niños y tenemos un fin que es aportar en su educación de gran manera."