El mes de noviembre cerrará con broche de oro, pues el firmamento se iluminará con la presencia de la Luna llena de Castor. Te damos los detalles
Se le llama luna llena cuando el satélite se proyecta sobre la Tierra con su superficie iluminada por completo. Cada mes este evento astronómico sorprende a millones de personas en el mundo, y noviembre no es la excepción.
Dentro del calendario astronómico de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) se incluye a la denominada Luna de Castor. Dicho suceso será visible en México a tan solo unas horas.
¿Qué es la Luna llena de Castor?
La Luna llena de Castor recibe su nombre gracias a estos marsupiales que durante el otoño preparan sus refugios para afrontar las bajas temperaturas del invierno. Otro de los nombres con los que se le conoce es “escarcha” o "fría" y es la última de la temporada estacional.
Un dato curioso del fenómeno astronómico es que hacia finales de noviembre comenzaba la caza de castores en América del Norte, pues su pelaje y piel eran utilizados para la confección de prendas.
Durante el evento astronómico, este satélite natural alcanzará su punto máximo de luminiscencia, equivalente al 99% de su superficie. Por ello se percibirá más blanca de lo habitual.
De acuerdo con la NASA, al año ocurren alrededor de trece lunas llenas y las civilizaciones antiguas las utilizaban para medir el cambio entre estaciones, los meses y hasta el recuento de los días.
¿Cuándo ver la última luna llena de noviembre 2023 en México?
Siguiendo el calendario de la NASA, la Luna llena de Castor podrá verse este lunes 27 de noviembre 2023. El fenómeno de la naturaleza se apreciará en varias partes de Latinoamérica, incluyendo las 32 entidades de México.
Alrededor de las 20:00 horas alcanzará su punto máximo de exposición, y se extenderá hasta las 3:00 de la madrugada del martes 28 de noviembre, tiempo adecuado para que los aficionados logren conseguir las mejores postales de recuerdo.
Para ver la Luna de Castor es necesario tener presente las condiciones climatológicas provocadas por el frente frío, la contaminación lumínica o la presencia de nubes. Finalmente, no se requiere de equipo especial para apreciarla.