Solo ha ganado cuatro de los ocho últimos encuentros.
El Barcelona sigue con el motor gripado, sin descubrir la causa de sus males, perdido en un laberinto, y añadiendo partidos para olvidar (o tener muy presentes) en una temporada liguera que empieza a ser de pesadilla.
Solo ha ganado cuatro de los ocho últimos encuentros, ha dejado ir 9 puntos de 24 y si el lunes el Girona vence al Athletic Club en Montilivi ya se escapará a 6, que serán 4 por parte del Real Madrid si gana en Cádiz.
Un autogol, desafortunado para los locales, de Florian Lejeune en la recta final evitó un derrumbe total aunque no disimuló las terribles carencias que exhibió el campeón frente a un Rayo Vallecano que lo agobió a base de intensidad, presión y verticalidad en la primera mitad y que después, más centrado en defender el resultado, le mantuvo a raya sin mayores agobios.