El lanzamiento, realizado a última hora del martes día 21 y antes del marco temporal notificado por Corea del Norte, ha sido condenado por buena parte de la comunidad internacional por violar las sanciones de Naciones Unidas.
El ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, dijo este jueves que la decisión de Seúl de suspender parcialmente el acuerdo militar que firmó hace un lustro con Pionyang es una “medida defensiva mínima” y “proporcionada” al refinamiento armamentístico del país vecino, tras su reciente lanzamiento de un satélite espía.
El lanzamiento, realizado a última hora del martes día 21 y antes del marco temporal notificado por Corea del Norte, ha sido condenado por buena parte de la comunidad internacional por violar las sanciones de Naciones Unidas impuestas al régimen (ya que entraña el uso de tecnología de misiles) y “muestra una vez más que (Pionyang) no tiene voluntad de respecta el acuerdo militar”, dijo Shin.
“La suspensión parcial del pacto (que permite al Sur retomar actividades de reconocimiento en áreas en torno a la militarizada frontera con el Norte) es una medida esencial para proteger la vida y seguridad de la población” y una respuesta “proporcionada”, afirmó el titular de Defensa surcoreano durante una sesión parlamentaria este miércoles, recogida por la agencia local de noticias Yonhap.
Poco después de la entrada en vigor el miércoles de la suspensión de ciertas partes del acuerdo por parte de Corea del Sur, el país desplegó en áreas fronterizas drones y aviones de reconocimiento, según indicaron fuentes militares al citado medio.
Los comentarios de Shin se produjeron horas después de que Corea del Norte anunciara que por su parte abandona íntegramente el citado pacto, alertando al Sur de que “pagará caro” su decisión, y realizara un test de misiles por la noche, aparentemente fallido.
“Si Corea del Norte realiza provocaciones bajo el pretexto de la suspensión, responderemos de forma inmediata, con contundencia y hasta el final”, añadió al respecto el ministro surcoreano.
Acuerdo militar de 2018
El acuerdo militar de 2018, firmado en Pionyang durante una cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el entonces presidente sureño Moon Jae-in, supuso un importante paso para reducir la tensión militar en la península, especialmente en sus fronteras.
Sin embargo, tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Estados Unidos en 2019, el régimen norcoreano aprobó un plan de modernización armamentístico (que incluye desplegar satélites militares y ha implicado la realización de infinidad de pruebas de misiles), además de rechazar el reinicio del diálogo y buscar un mayor acercamiento con China y Rusia.
Mientras, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión desplegando cada vez con más frecuencia activos estratégicos estadounidenses en la península, como es el caso del portaaviones USS Carl Vinson, que llegó esta misma semana a Busan (al sureste de Seúl).