Cuando viajamos a países exóticos no sabemos con qué amenazas podemos encontrarnos. Parásitos que no son habituales en nuestro entorno y que nos pueden jugar una mala pasada en nuestras vacaciones.
Es lo que le ha ocurrido a Lucía Pombo, la influencer hermana de María Pombo, que ha sufrido los efectos de la 'larva migrans cutánea', un parásito que probablemente se trajo de vuelta de su idílico viaje a Tanzania.
Pero, ¿qué es una larva migrante y cómo podemos contraerla? En este artículo te lo explicamos.
¿Qué es una larva migratoria?
La larva migrans cutánea o larva migratoria es un término clínico que designa una erupción dérmica de carácter lineal y serpiginoso, producida por larvas de gusanos nematelmintos, según la Biblioteca Científica Online. En palabras simples, es un gusano que vive debajo de nuestra piel y que 'se cuela' a través de cualquier pequeña herida o grieta que tengamos en nuestro cuerpo, aunque no es necesaria una herida para que el parásito nos 'invada'.
Es importante recalcar que la larva migratoria no es contagiosa, y que se adquiere por contacto directo con tierra o arena contaminada con heces de perros o gatos que no han sido previamente desparasitados.
Suele encontrarse con más frecuencia en zonas húmedas y calientes, sobre todo de las áreas tropicales y subtropicales, como América del Sur o Tailandia, aunque debido a la globalización y el movimiento migratorio es cada vez más frecuente encontrarla en hábitas no habituales.
En España es, de hecho, una infección ya endémica, aunque no por ello es habitual.
Aunque en el caso de Lucía Pombo la infección se ha producido en el pie, la larva puede introducirse en nuestro cuerpo por cualquier parte del mismo, por lo que los casos de 'larva migrans' pueden presentarse en cualquier extremidad.
¿Qué síntomas presenta?
La infección por larva migrans se caracteriza por un picor intenso, por lo que nos daremos cuenta casi al instante de que algo pasa en nuestro cuerpo. Ni es contagiosa, ni es peligrosa, simplemente muy molesta.
La larva está en nuestro interior desarrollándose como gusano aunque, al no estar en las condiciones ideales para su crecimiento, morirá eventualmente, por lo que no debemos asustarnos en exceso. Eso sí, lo ideal es acudir al médico al más mínimo picor.
La larva migrante genera una rojez desagradable en la piel, dejando surcos de su movimiento, generalmente muy localizado.
¿Qué hago si tengo la larva migratoria?
Una vez acudamos al médico nos sorprenderá que el procedimiento no sea la extracción, sino el tratamiento a base de pastillas para acelerar la muerte de este animado cuerpo extraño.
Una vez atacado, tampoco nos lo sacarán y es que será nuestro propio organismo el que se encargue de forma natural de ir haciéndolo desaparecer sin ningún tipo de riesgo para nosotros.