Esta noche, el Tricolor va por el boleto a la Copa América, pero debe darle la vuelta al 0-2 que sufrió en Honduras. Si no lo hace, será un fracaso para Jaime Lozano
Jaime Lozano está ante la prueba más grande desde que tomó a la Selección Mexicana y, muy probablemente, en toda su carrera como director técnico.
De no remontar a Honduras esta noche en el Estadio Azteca, el equipo tricolor habrá sufrido su primer gran fracaso con el Jimmy. Quedar fuera en los cuartos de final de la Nations League y dejar en suspenso su boleto a la Copa América, no está en los planes de la nueva Federación Mexicana de Futbol.
Luego de la derrota (2-0) en Tegucigalpa, el Tricolor está obligado a ganar por diferencia de tres goles. En caso de que Honduras haga un tanto, los verdes deberán convertir cuatro, ya que las anotaciones logradas como visitantes son el primer criterio de desempate.
Tarea nada sencilla para los dirigidos por Lozano, quienes el viernes mostraron poca ambición, nula personalidad y una inexperiencia notable por parte de varios elementos.
Así lo aceptaron Hirving Lozano, Edson Álvarez y el mismo Lozano.
“El equipo quiere jugar ya. Hay que limpiarnos todo lo que dejamos de hacer. Será un partido distinto y seguramente el resultado será otro. Nos faltó mentalidad”, fue el mensaje del Jimmy.
El Chucky Lozano reconoció que la inexperiencia pudo pesar en Tegucigalpa, pero también enfatizó que la cancha será un punto a favor “para jugar en otras condiciones”.
La Selección Mexicana está contra las cuerdas en los cuartos de final de la Nations League. El representativo y toda la afición tricolor sueñan con la remontada, aunque la misión parece complicada.
Ganar, conseguir el boleto a la Copa América 2024 y seguir con vida en la Liga de Naciones... O será un rotundo fracaso para el nuevo proyecto de la Selección Mexicana.