El pasado sábado, antes del mediodía se informó sobre el fallecimiento de la incansable defensora del Agua, Gloria Tobón Echeverri, quién dedico gran parte de su vida a exponer el mal manejo del recurso por parte de las instituciones locales.
Junto con su esposo, Rodolfo Garza, Gloria dedicó su vida a luchar en pro de la garantía del derecho humano del agua, además, de dar luz a sobre los problemas que trajo consigo la privatización del manejo del agua y la sobreexplotación de los acuíferos en Saltillo.
Desde su juventud, la colombiana ya desafiaba los patrones y estereotipos que dictaban la forma de vivir de las mujeres cuando estudió Ingeniería civil y posteriormente hizo una maestría en física en la Universidad de Cornell en Nueva York tras obtener una beca de la Fundación Rockefeller.
Durante su estancia, conoció al saltillense Rodolfo Garza, quien también cursaba una maestría y con quien contrajo nupcias más tarde.
Una vez finalizados sus estudios se mudaron a Israel en donde hizo un doctorado en fisicoquímica en el Instituto Weizmann, considerado de los más importantes a nivel mundial, en donde se especializó en la materia del agua.
Luego de algunos años, la familia se mudó a la capital coahuilense en donde Tobón trabajó en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), para luego convertirse en consultora en materia hídrica.
De esta manera, Rodolfo y Gloria formaron la Asociación de Usuarios de Aguas de Saltillo (AUAS), junto a otros ciudadanos. Desde entonces se dedicaron a dar luz sobre la opacidad del manejo de recurso.
Debido a su lucha, Gloria Tobón, se convirtió en la mujer que logró incomodar a grandes empresarios y gobiernos al exponer irregularidades en concesiones de agua, la calidad del líquido en la ciudad, así como los niveles y estados de las zonas de captación.
Tras su partida, Tobón Echeverri dejó las bases para que los saltillenses puedan seguir su lucha en la exigencia de un derecho humano: el agua.