Es bien conocido que la alimentación desempeña un papel fundamental en nuestra salud, y un reciente estudio publicado en la revista JAMA Network Open arroja luz sobre su influencia en el embarazo de parejas infértiles.
Los investigadores han llegado a una conclusión impactante: seguir las recomendaciones dietéticas de la Asociación Americana del Corazón (AHA) antes de la gestación puede reducir el riesgo de aborto entre un 13 y un 15%.
La dieta recomendada por la AHA pone énfasis en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, mariscos, nueces y legumbres, al tiempo que limita la ingesta de bebidas azucaradas, sodio, carne procesada y grasas saturadas.
Para obtener estos resultados, el grupo de investigación "Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental (ANUT-DSM)" de la Universitat Rovira i Virgili llevó a cabo un estudio que monitoreó a 612 mujeres de entre 18 y 45 años sometidas a tratamientos de infertilidad, incluyendo la inyección intrauterina (IUI) y la fertilización in vitro (FIV). Estas pacientes completaron más de 1,500 ciclos de tratamiento, con 804 de IUI y 768 de FIV.
La Infertilidad en Aumento a Nivel Global
La infertilidad, definida como la incapacidad de concebir después de doce meses o más de intentos de concepción sin anticonceptivos, es un problema en aumento a nivel global. Aproximadamente, afecta al 15% de las parejas que intentan concebir. Según el último informe del International Committee Monitoring Assisted Reproductive Technologies, el número total de ciclos efectuados con tecnologías de reproducción asistida ha aumentado casi un 20% entre 2011 y 2020.
Esto sugiere que el aumento de la infertilidad puede deberse a factores ambientales, como el estrés, la obesidad, el tabaquismo y, como sugiere este estudio, la dieta, en lugar de causas genéticas u otros factores inmodificables.
Omega-3 y la Importancia de una Dieta Variada
Aunque ya se tenía evidencia científica de que ciertos alimentos o nutrientes podían mejorar los resultados de los tratamientos de infertilidad en mujeres, este estudio arroja luz sobre su papel en profundidad. Los patrones dietéticos, que representan mejor los componentes de nuestra dieta en su conjunto, son clave para entender cómo la alimentación afecta a la fertilidad.
Aunque no es posible hacer recomendaciones dietéticas para la población en general basadas únicamente en este estudio, sus resultados sugieren que una dieta variada y equilibrada, sin restricciones excesivas en alimentos ricos en omega-3, está relacionada con un menor riesgo de aborto.
Un trabajo previo del mismo grupo de investigación asoció productos ricos en omega-3, especialmente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA), con un aumento en las posibilidades de embarazo. Estos ácidos grasos se encuentran en alimentos como el pescado azul y el marisco en mayor medida.
Por lo tanto, la dieta vegetariana, que excluye estos alimentos ricos en omega-3 del mar, no muestra los mismos beneficios que otras dietas igualmente saludables desde el punto de vista cardiovascular, como la dieta mediterránea y las recomendaciones de la AHA, que se mencionan en este estudio.
Estas conclusiones apuntan a la importancia de una alimentación equilibrada y específica en el contexto de la fertilidad de parejas infértiles, ofreciendo nuevas perspectivas sobre cómo la dieta puede influir en la concepción y el embarazo.