En el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Joe Biden, y Xi Jinping, empezaron su reunión cerca de San Francisco
San Francisco.- Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, empezaron este miércoles su reunión cerca de San Francisco con un cordial apretón de manos mientras posaban sonrientes ante las cámaras que buscaban inmortalizar el momento.
El encuentro, que comenzó pasadas las 11:15 hora local, tiene como escenario una mansión conocida como 'Filoli', que sirvió de imagen a la popular serie televisiva 'Dinasty' y ubicada en la localidad de Woodside, a unos 40 kilómetros del centro de San Francisco.
Ya en el interior, en una parte de la reunión abierta a la prensa, Biden agradeció a Xi su visita, y recordó su última reunión, en noviembre de 2022 en Bali.
El mandatario estadounidense subrayó que él y Xi deben asegurarse de que la competencia no derive en un conflicto.
"Valoro nuestra conversación porque creo que es primordial que usted y yo nos entendamos claramente, de líder a líder, sin malentendidos ni falta de comunicación", señaló Biden.
Por su parte, Xi dijo que si bien la relación de su país con Estados Unidos "nunca ha sido un camino de rosas" en los últimos 50 años, "ha seguido avanzando" con idas y venidas.
Subrayó que "no es realista que una parte remodele a la otra" y advirtió que "el conflicto y la confrontación tienen consecuencias terribles para ambas partes". Añadió que "el mundo es lo suficientemente grande como para que los dos países salgan adelante. Darse la espalda no es una opción para dos grandes países como Estados Unidos y China".
Este cara a cara en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) es, como recordó Biden, el primero en un año entre los dos líderes tras el que mantuvieron durante unas tres horas en noviembre de 2022 en Bali (Indonesia) durante la cumbre del G20.
Biden busca retomar comunicaciones entre las Fuerzas Armadas con China
Biden acude a la reunión con el objetivo de que se retomen las comunicaciones entre las Fuerzas Armadas de los dos países y hacer que China tome medidas para controlar la salida de su territorio de productos químicos utilizados para fabricar el fentanilo, un potente opioide que se cobra la vida de casi 200 estadounidenses al día.
Por su parte, Xi querrá extraer de Biden el compromiso de que Estados Unidos no intervendrá en las elecciones presidenciales de enero de Taiwán y no apoyará una eventual declaración de independencia de la isla, que China reclama como parte de su territorio y a la que Washington podría defender en caso de conflicto armado.
Ninguna de las dos partes anticipa importantes acuerdos, pero sí buscan restablecer las líneas de comunicación en diferentes áreas para evitar que la competencia entre las dos potencias desemboque en un conflicto abierto.
Tras el encuentro de Bali, que terminó en un tono positivo, las relaciones volvieron a agriarse después de que el gobierno de Biden derribara un supuesto globo "espía" chino que sobrevoló Estados Unidos a principios de este año.
Tras ese incidente, hubo meses de desconfianza, pero en junio comenzó una complicada danza diplomática para revitalizar las relaciones bilaterales con el viaje a Beijing de varios miembros del Gobierno estadounidense, incluida la visita en junio del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.