El acuerdo de amnistía ha provocado protestas en Madrid e incluso en Barcelona, la capital de Cataluña; los jueces españoles han criticado duramente la propuesta de amnistía.
El presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, defendía este miércoles en un debate parlamentario su controversial pacto de amnistía para separatistas catalanes, el día antes de que el líder socialista pida el apoyo del Congreso de los Diputados para formar un nuevo gobierno.
Sánchez ha conseguido el apoyo público de seis partidos más pequeños para asegurarse la mayoría absoluta de 176 votos a favor de reeditar su gobierno de coalición en minoría con el grupo izquierdista Sumar.
La controversia giraba en torno a acuerdos firmados con dos partidos separatistas catalanes, que incluían un compromiso de aprobar una ley de amnistía que eximiría a cientos de separatistas catalanes inmersos en problemas legales por su papel en el intento fallido de secesión en 2017 de la acomodada región nororiental. Los acuerdos incluyen al expresidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, que está prófugo de la justicia española desde su huida a Bélgica hace seis años.
Sin embargo, si Sánchez, que gobierna desde 2018 y es uno de los líderes socialistas que más tiempo lleva en el poder en Europa, perdiera la votación del jueves, tendría una segunda oportunidad el sábado, cuando solo necesitaría más votos a favor que en contra.