La Revolución Mexicana es uno de los acontecimientos más significativos de nuestro país, y una de sus mayores figuras es Emiliano quien se convirtió en el símbolo de los campesinos empobrecidos.
Emiliano Zapata Salazar fue un importante líder militar en el Sur del país, que impulsó la lucha por la igualdad y la democracia, hasta su muerte. Conoce más sobre los aportes del conocido “El Caudillo del Sur” en el movimiento que definió el rumbo histórico de nuestro país, la Revolución Mexicana.
La Revolución Mexicana es un importante evento que se celebra año con año en nuestro país cada 20 de noviembre, a consecuencia de un descontento popular hacia la dictadura de Porfirio Díaz, que durante el periodo de la Reforma, las principales fuerzas políticas eran los grupos liberal y conservador, que luchaban por el control del México.
Biografía de Emiliano Zapata
Emiliano Zapata nació en San Miguel Anenecuilco, Morelos, el 8 de agosto de 1879, su madre, Cleofas Salazar, muere cuando él tenía 16 años, 11 meses después su padre, Gabriel Zapata, también fallece.
Cuando tenia nueve años, Emiliano Zapata queda impactado después de ver como despojaban a los campesinos de sus tierras por parte de grandes hacendados de la zona, fue ahí cuando comenzó su lucha por la propiedad comunal de las tierras y la justicia social.
Zapata fue asesinado el 10 de abril de 1919, por encargo del presidente Venustiano Carranza.
Aportes de Emiliano Zapata en la Revolución Mexicana
Cuando ya tenía 30 años, Zapata se convirtió en dirigente agrario de Morelos, donde inició con el análisis de documentos que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras.
Dicha acreditación de propiedades había sido negada por las Leyes de Reforma y el Caudillo del Sur decide participar en reuniones celebradas en Villa de Ayala, que después se convertirían en el Plan de Ayala, la cual suponía una reforma agraria radical, “La tierra es de quien la trabaja”.
Al proclamarse el Plan de San Luis, que marcaba el inicio de la Revolución, a Zapata le llama la atención el Artículo Tercero, que ofrecía la restitución de las tierras a sus legítimos propietarios; es así que entra en pláticas para la toma de armas junto con Pablo Torres Burgos, Rafael Merino y cerca de 60 campesinos.
El 10 de abril de 1919 que Zapata fue engañado por Jesús Guajardo, haciéndolo creer que estaba descontento con Carranza y que quería unirse a él, pero tiradores escondidos en las azoteas, abrieron fuego contra Zapata y su escolta de cien hombres en la Hacienda de Chinameca, Morelos.
Una vez muerto, Emiliano Zapata se convirtió en el símbolo de los campesinos desposeídos.