"Recursos humanos", de Jesús Magaña es una historia que pone humor negro a una situación que viven muchos
Si hay algo que predomina en los ambientes laborales de oficina es el resentimiento. Eso lo sabe muy bien Gabriel Lynch, un Godínez(como se les apoda ahora a los oficinistas) que tenía todas sus esperanzas puestas en un asenso que le fue robado.
Como en muchos ecosistemas laborales, un hombre más privilegiado que Lynch, hijo del compadre del dueño de la empresa, llegó para quedarse con la gerencia a la que el joven aspiraba, pero no sólo eso, sino que también le quitó los favores que Gabriel obtenía de su compañera de trabajo. Eso terminó por fatigar el hartazgo del empleado que acabó convirtiendo su resentimiento en odio.
Esa es la trama de la nueva película de Jesús Magaña “Recursos humanos”, una historia que pone humor negro a la situación de muchos trabajadores que pueden sentir placer con algunas de las venganzas que Gabriel toma.
“Es la película más larga de mi carrera. Fue un proceso como de 10 años desde el primer tratamiento del guión y es una coproducción con Argentina, que sucedió buscando financiamiento”, contó Magaña durante la premiere de la película.
La cinta, que acaba de estrenarse en cines, está basada en el libro homónimo de Antonio Ortuño y sigue a Gabriel, interpretado por Pedro de Tavira, en su loca aventura contra su peor enemigo laboral y personal.
“Nos muestra de una manera jocosa y sarcástica lo miserables que podemos ser todas y todos y si eso te lleva a reflexionar sobre lo que está pasando actualmente con el trabajo y los horarios, de eso se trata, de generar preguntas”, señaló De Tavira.
En el elenco también se encuentran actores como Daniel Tovar, Giuseppe Gamba y Cecilia Ponce, quien interpreta a una mujer bajo el estereotipo de una “trepadora”, algo que la actriz considera una práctica que no se debe juzgar.
“Es una situación que pasa por más que el mundo esté polarizado y siempre existirá y el abuso va a seguir existiendo aunque se castigue… lo que hace Lizbeth es usarlo sin tapujos y aprendí a no juzgarla porque desde que lo leí (el personaje) lo juzgué, pero me di cuenta de que encontrar esa libertad en la manera de conseguir tus objetivos es completamente válida”, expresó Ponce.