Los dos bandos han esgrimido la situación del hospital como un símbolo de la guerra en general, que ya está en su sexta semana.
Miles de personas parecían haber huido del mayor hospital de Gaza mientras fuerzas israelíes y milicianos palestinos combatían ante sus puertas, pero cientos de pacientes, incluidos docenas de bebés que corrían peligro de morir por falta de electricidad, seguían dentro, según dijeron este lunes las autoridades de salud.
Las comunicaciones funcionaban de forma intermitente y era difícil aclarar las afirmaciones enfrentadas del ejército israelí, que dijo que estaba ofreciendo un corredor seguro para que la gente fuera al sur, y los funcionarios de salud palestinos dentro del hospital, que reportaron un fuego intenso y constante en torno al recinto.
El ejército también dijo que había colocado 300 litros (79 galones) de combustible cerca del hospital para ayudar a poner en marcha sus generadores, pero que milicianos de Hamas habían impedido que el personal del centro llegara hasta los suministros. El Ministerio de Salud en Gaza, gestionado por Hamas, lo desmintió y dijo que el combustible ofrecido habría proporcionado menos de una hora de electricidad.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en una publicación en redes sociales que Shifa llevaba tres días sin agua y “ya no funciona como hospital”.
Los dos bandos han esgrimido la situación del hospital como un símbolo de la guerra en general, que ya está en su sexta semana. Los combates comenzaron con el ataque sorpresa sin precedentes de Hamas del 7 de octubre en Israel, y la respuesta israelí ha llevado niveles de muerte y destrucción sin precedentes a los 2.3 millones de habitantes palestinos de Gaza, casi dos tercios de los cuales han tenido que huir de sus hogares, sin refugios seguros en el asediado territorio.
Para los palestinos, Shifa evoca el sufrimiento de los civiles. Médicos con escasos suministros operan sin anestesia a pacientes heridos por la guerra, incluidos niños. Miles de personas desplazadas por ataques aéreos que han destruido cuadras enteras han buscado cobijo en sus pasillos en penumbra.