El ultraderechista Milei volvió a calificar a Massa como parte de “la casta” a la que se propone eliminar si es elegido presidente. Mientras que su rival, el oficialista Sergio Massa, lanzó constantes consultas sobre sus propuestas económicas
Buenos Aires. Los candidatos a la Presidencia de Argentina, el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei, protagonizaron una serie de duras acusaciones durante el último debate preelectoral con vistas a la segunda vuelta del 19 de noviembre.
"Si vos fueras Pinocho, ya me habrías lastimado un ojo", dijo el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) ante las repetidas acusaciones de "mentiroso" vertidas por el actual ministro de Economía hacia él, al tiempo que afirmó que la gente de Juntos por el Cambio (centroderecha) ayudará a su formación a la fiscalización de la votación "para que ustedes no nos roben". Massa le pidió a Milei “no ser tan agresivos”, desde los primeros minutos del debate.
El ultraderechista Milei volvió a calificar a Massa como parte de “la casta” a la que se propone eliminar si es elegido presidente.
Milei confirmó que dolarizará la economía y cerrará el Banco Central, mientras que su rival, el oficialista Sergio Massa, lanzó constantes consultas sobre sus propuestas económicas.
"Pensá que si tuviéramos la convertibilidad tendríamos un ingreso promedio de mil 800 dólares y no esta miseria que tenemos hoy. Sí, voy a eliminar el Banco Central porque es el que genera la inflación. Y los subsidios dije que no los voy a tocar”, dijo el candidato de La Libertad Avanza, molesto, ante los cuestionamientos de Massa, aunque a lo largo de la campaña ha asegurado que acabará con todos los subsidios.
Massa y Milei se enzarzaron en un intercambio de opiniones en los que se pasó de la "multipolaridad" por la que abogó el actual ministro de Economía a la cercanía con "Estados Unidos, Israel y el mundo libre" que propugnó para Argentina el ultraderechista.
Massa habló de la "irrenunciable defensa" de la soberanía argentina de las Malvinas y acusó a Milei de resaltar la figura de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher para forzar a que expresase su postura sobre el archipiélago, a lo que este respondió que agotaría "todas las instancias diplomáticas para que las Malvinas vuelvan a ser argentinas".
“Me he propuesto crear dos nuevos millones de puestos de trabajo en la Argentina, de trabajo formal registrado. Para eso elegí un camino que tiene incentivos, por un lado, puestos por el Estado y, por otro lado, esfuerzos puestos por empresarios y trabajadores", explicó el oficialista, quien habló de promover las exportaciones mediante incentivos a las empresas.
En el debate se tocó también el tema de la violencia del narcotráfico en la ciudad de Rosario. Massa se declaró “absolutamente comprometido” a acabar con ese problema, mientras que Milei insinuó una colusión entre el poder político y el narco. “Pareciera que no hay voluntad política” de enfrentar a los narcotraficantes, señaló.
En política exterior, Milei dijo que no quiere saber nada de quienes “no respetan la democracia liberal”, a pesar de que él mismo dice identificarse con figuras como los expresidentes estadounidense, Donald Trump, y brasileño, Jair Bolsonaro, que en su momento desconocieron los resultados de las elecciones en sus países, cuando no les resultaron positivos.
Para algunos expertos, el debate se convirtió en una entrevista donde el entrevistador Massa “acorraló” a Milei y lo obligó a dar explicaciones sobre todos los temas del debate. El candidato libertario acusó al oficialista de insistir en una campaña de generar “miedo” para evitar un giro del país.
El debate de esta noche, celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, representó la última oportunidad de los candidatos para inclinar a su favor el voto de los indecisos o de quienes pretenden dejar su boleta en blanco ante el rechazo que les generan los contendientes.
Varias encuestas muestran un escenario de empate técnico —con una leve ventaja para uno u otro candidato, aunque dentro del margen de error— con miras a la segunda vuelta electoral en la que el peronismo se juega su permanencia en el poder, que ha ocupado mayoritariamente en los últimos 20 años, y La Libertad Avanza, una fuerza joven en el escenario político, llegar por primera vez al gobierno.